Ayer domingo 25 de septiembre se vivió un emotivo encuentro en las fronteras norte y sur del Ecuador.
Con motivo de la 108 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, se realizó el encuentro binacional Caminando Juntos. En la frontera sur de Ecuador – Perú, sector de Aguas Verdes, en la Plazoleta Santa Marianita en Huaquillas, se encontraron alrededor de 100 personas, entre ecuatorianos, peruanos y venezolanos. Hubo música, emprendimientos, juegos para los niños y niñas asistentes y un compartir de alimentos. El mismo evento se realizó en la frontera norte, Tulcán e Ipiales, frontera entre Ecuador y Colombia.
Ambos eventos estuvieron marcados por el momento litúrgico. En Huaquillas, las hermanitas que representan a la CER y a la Red Talita Khum organizaciones que son parte de la Red Clamor y el P. Pedro Talle se dirigieron con oraciones y cantos hacia los asistentes motivando la inclusión y la acogida hacia todos nuestros hermanos migrantes. En ese sector de la frontera donde hay mucho comercio, tanto de lado ecuatoriano como del peruano, muchos de los comerciantes se preguntaban que estaba pasando y que se estaba celebrando, y el que haya sido un evento de Iglesia donde se destacó la hermandad, fue un gran motivo para que se unieran a la celebración.
Estos dos momentos que se vivieron en las fronteras en Ecuador son motivados por la Red Clamor de América Latina y el Caribe, quienes animaron esta actividad en todas las fronteras. Así, otros países también compartieron con los migrantes este momento de comunión.
Elvy Monzant, secretario ejecutivo de Clamor, contó a ADN Celam que “representantes de las diversas organizaciones de la Red clamor de un país avanzaban con la palabra ‘caminamos’ y al cruzar al siguiente, las organizaciones de la Red Clamor tenían la palabra ‘juntos’”.
De tal forma que “al encontrarnos pudimos formar la frase ‘caminamos juntos’ reafirmando nuestro compromiso de acoger, proteger, promover e integrar a las personas en movilidad forzada desde una experiencia de articulación, de comunión, dando testimonio de unidad frente a un mundo donde impera la cultura de la indiferencia y de la cultura del descarte”. “Fueron encuentros de mucha fraternidad, fueron encuentros con una profunda simbología, donde la luz y la sal fueron signos que representan la misión de la Iglesia en el mundo; de ser fermento del Reino en medio de todas las situaciones que acontecen en la en la vida diaria”, apuntó.
“El encuentro en las fronteras se vivió con la alegría de la fraternidad de los hijos e hijas de Dios, a la que nos convoca el papa Francisco en la Fratelli Tutti. En estos lugares geográficos se realizó la Eucaristía Binacional como momento central de esta Jornada de celebración, la más antigua de la Iglesia Católica”, acotó Monzant.
En Ecuador varias organizaciones de Iglesia se sumaron en la organización de ambos eventos. Como equipo animador se contó con la presencia de la Red Clamor Capítulo Ecuador, conformada por Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), Cáritas Ecuador, Misión Scalabriniana y la CER. Y el cordial apoyo de: Talitha Kum, Cáritas Perú, Cáritas Colombia, Secretariado Diocesano de Pastoral Social de Ipiales y CORPOSCAL.
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