La Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (DIRRD), cuyo propósito es promover una cultura mundial para la reducción del riesgo de desastres, lo que incluye aspectos de prevención, mitigación y preparación.
Conmemorar el Día Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (DIRRD), es fecha propicia para animar y motivar a las organizaciones sociales para que aumenten la inversión en la reducción de riesgos de desastres en el mundo, menciona Byron Yachimba, técnico del área de emergencias y gestión de riesgos de Cáritas Ecuador, quien enfatiza que la cooperación internacional es esencial en el fortalecimiento de la resiliencia en los países de desarrollo y que a largo plazo permitirá intervenir en procesos de erradicación de la pobreza y el hambre a nivel mundial.
Atender las emergencias y gestión de riesgos que se presentan en el país es un mandato que ha recibido Cáritas Ecuador desde el Episcopado ecuatoriano para contribuir en la recuperación integral de las familias y poblaciones afectadas.
En el año 2016 el país sufrió las consecuencias de un terremoto de 7.8 grados de magnitud, que afectó en gran parte a Manabí y Esmeraldas. Cáritas Ecuador estuvo presente en la primera fase de recuperación del terremoto del 16 de abril, inició un plan de continuidad que comprendió un proceso que paso por la emergencia, la rehabilitación y reconstrucción al Desarrollo Humano Integral y Solidario, que tuvo como objetivo contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, quienes sufrieron los efectos negativos del desastre.
A través del proyecto “Fortalecimiento de capacidades organizativas, sociales, productivas, económicas y políticas de las familias en las provincias de Manabí y Esmeraldas que fueron afectadas por el terremoto de 2016”, Cáritas Ecuador, por medio de los recursos económicos de la cooperación internacional realizó una inversión de USD 6´684. 783,58 en programas y proyectos de rehabilitación y reconstrucción, apoyando al fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades afectadas, beneficiando a más de 12.000 familias en las provincias de Manabí y Esmeraldas.
A cinco años del terremoto, Cáritas Ecuador continúa apoyando y fortaleciendo a las comunidades y familias que fueron afectadas por este desastre. Entre las acciones se encuentran la reactivación económica y ambiental en Manabí, generar espacios de atención, protección, sensibilización, formación y desarrollo de las capacidades de las mujeres en riesgo de sufrir o que sufren violencia de género, fortalecimiento de las redes de apoyo de mujeres con desarrollo de la sororidad y enfoque de una cultura de paz, en las comunidades rurales de la provincia de Manabí y Esmeraldas . Así como también en la construcción y adecuación de casas de acogida.
Mediante la cooperación y los aportes solidarios de Cáritas fraternas y las organizaciones internacionales aliadas, el Ecuador ha tenido la oportunidad de continuar con los procesos de mitigación de riesgos de desastres y recuperación en la costa ecuatoriana, miles de personas en situación de vulnerabilidad se han beneficiado, contribuyendo así a mejorar su calidad de vida.
A través de Cáritas Ecuador en coordinación con los cooperantes, incentivamos a la sociedad en general a establecer una cultura de prevención ante emergencias y desastres como parte del cuidado de nuestra casa común, finaliza Byron Yachimba, técnico del área de emergencias y gestión de riesgos.
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