fbpx

La campaña continental contra la trata de personas inició el pasado 7 de febrero. En este tiempo, y con motivo de la VII Jornada Mundial de Oración y Reflexión Contra la Trata de Personas, el Papa Francisco nos recuerda que la vida no es mercancía, se trata de personas.

En ese sentido, el Pontífice destaca tres acciones concretas para lograr una economía sin trata:

  1. Una economía del cuidado, que ofrezca oportunidades de empleo.
  2. Una economía con reglas de mercado que promuevan la justicia.
  3. Una economía valiente, capaz de conjugar el beneficio con la promoción de empleo y las condiciones dignas del trabajo.

El lema está vinculado con la encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, «que aporta el marco propicio para sentar las bases de un sistema económico justo y sostenible, donde no haya lugar alguno para la trata de personas». Una economía sin trata, subrayó el Papa, «es una economía de cuidado», hacia las personas y hacia la naturaleza, es una economía solidaria. Una economía que cuida el trabajo, creando oportunidades de empleo, que no explota al trabajador mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes.

En un contexto donde la centralidad del cuidado de todas las personas y garantía de todos sus derechos, son desplazados por intereses mezquinos y desprovistos de valores humanitarios, millones de hermanas y hermanos nuestros son tratados como “mercancías, que se pueden comprar, vender, explotar como trabajadores e incluso como materia prima, de formas múltiples e inimaginables.

Una economía sin trata, subrayó el papa, es una economía de cuidado, hacia las personas y hacia la naturaleza, es una economía solidaria. Una economía que cuida el trabajo, creando oportunidades de empleo, que no explota al trabajador mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes.

Por ello, nos invita a ser más conscientes, de la gravedad que le imprime la pandemia del Covid 19, a la pérdida del empleo y la explotación laboral.

Una economía sin trata de personas, es una economía disciplinada con reglas de mercado que promueven la justicia y no intereses exclusivos de particulares.

La trata de personas encuentra un camino fértil en el planteamiento del capitalismo neoliberal, en la desregularización de los mercados que pretenden maximizar los beneficios sin límites éticos, sociales y medioambientales (cf. Ibid, 210).

Finalmente, nos desafía a una una economía valiente, que requiere de audacia, en la construcción paciente, de una planificación, solida, duradera y centrada en las personas. La valentía de combinar el beneficio legítimo, con la promoción del empleo y las condiciones dignas del trabajo.

Los encargados de llevar adelante la campaña continental son: Talitha Kum, la Red de Vida Consagrada contra la Trata de Personas de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG), en colaboración con la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Caritas Internacionales, y la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas.

Write a comment:

*

Your email address will not be published.

Síguenos en: