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La llegada de la pandemia de la Covid-19, deja ver diversas realidades, unas más dolorosas que otras, donde la población migrante y refugiada queda en situación vulnerable, necesitando ayuda para sobrevivir.

Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 70 millones de personas han tenido que huir para sobrevivir, de ellos, más de 25 millones son personas refugiadas.

Este sábado 20 de junio se celebra el Día Mundial de los Refugiados. El 4 de diciembre del 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió dedicar la fecha a las personas que habían tenido que huir de sus casas porque en sus países peligraba su vida.

Una vez una persona es legalmente reconocida como refugiada, su país de acogida está obligado a darle acceso a una educación, un trabajo, una vivienda y a los servicios sanitarios, además de la documentación necesaria para legalizar su situación.

Para Fernando López, director del Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador, esta pandemia no es la primera que vive el mundo, ahora las migraciones forzadas generan tragedias, y esa realidad histórica dolorosa sigue afectando a la población refugiada y migrante.

Esta cuarentena, ha debilitado la situación de la población refugiada, en estos tiempos no se sabe qué hacer con la población migrante venezolana y la población refugiada colombiana que vive momentos de angustia. Lo trágico de esta situación y que va dejando huellas firmes, es la vulnerabilidad que aumenta hacia la población migrante, señala Fernando López.

«Venimos cargando históricamente, ciclos de generación de desplazamiento forzado, de poblaciones que salen dejando sus proyectos y condiciones de vida, amenazados por las guerras, el hambre y los gobiernos que se siguen equivocando en el manejo de este mundo, eso es lo que pienso. Ahora particularmente en Ecuador, la condición de vida del migrante es vulnerable, en estos tres meses de cuarentena, dejaron de generar recursos y se convierte en población de calle», manifiesta López.

«La pandemia nos ha recordado cuán esencial es la corresponsabilidad y que sólo con la colaboración de todos —incluso de las categorías a menudo subestimadas— es posible encarar la crisis. Debemos «motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad»». Papa Francisco.

CategoryMovilidad Humana
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