En la mañana del 10 de abril de 2019, se llevó acabo la inauguración de la Casa del Migrante Buen Samaritano en Sucumbíos, donde asistieron alrededor de 70 personas, entre ellos delegados del GAD Municipal, organizaciones de la sociedad civil, cooperación internacional y grupos católicos.
Para Kelly Jordán, quien brinda asistencia psicológica en Cáritas Sucumbíos, este es un logro muy satisfactorio; comenta que el año pasado, frente a la necesidad de brindar ayuda a las personas migrantes que ingresaban por la frontera, se dispuso de un amplio salón en la Catedral con unas cuantas colchonetas, “nada digno para las personas que buscan refugio”, comenta Jordán.
Después de una reunión con Monseñor Celmo Lazzari, Obispo del Vicariato Apostólico de Sucumbíos y la Red Clamor, se llega al acuerdo de adecuar una infraestructura, que anteriormente era ocupada para la formación de jóvenes de las diferentes Parroquias. Jordán comenta que ese establecimiento estaba deteriorado y necesitaba una reconstrucción total.
Para la remodelación se recibió apoyo de distintas organizaciones: Cáritas Ecuador, Cáritas Alemana, Cruz Roja Internacional y el Consejo Noruego. El resultado de esta cooperación es una casa de acogida totalmente equipada para recibir hasta 40 personas, con baños, duchas, un salón, comedor, cocina y canchas de recreación.
Además, estuvo presente Sonia Aguilar, Jefa de la Oficina de ACNUR en esta provincia, quien expuso un vasto contexto acerca de la realidad de los migrantes colombianos y venezolanos, quienes viven un desplazamiento forzado y llegan a otro país en busca de esperanza y oportunidades. Indicó también que Ecuador acoge a la movilidad humana como un derecho, convirtiéndose en el país de América Latina que ha acogido a la mayor cantidad de personas refugiadas.
Yolanda Bimos, Directora de Pastoral Social de Sucumbíos, señala que todo este trabajo se lo ha logrado gracias al trabajo en equipo que se consolidó con las organizaciones antes mencionadas, y además expresó su interés en poder formar un vínculo con el gobierno local, para trabajar juntos en beneficio de los que más lo necesitan.
Finalmente, Monseñor Celmo Lazzari, hizo referencia a la migración y mencionó que las personas lo hacen con el afán de dar de comer a sus hijos, y salir de esa crisis que viven en su país. “Esta casa se hizo para seguir los pasos de solidaridad de Jesús, y mostraremos la grandeza de Sucumbíos con la capacidad que tenemos de atender a los últimos y los olvidados”, enfatizó.
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