“Es inconcebible que se diga a alguien “cristiano” y no tome como Cristo una opción preferencial por los pobres”
El Papa Francisco firmó hoy miércoles 7 de Marzo de 2018 el decreto que permitirá la pronta canonización del Arzobispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, defensor de los pobres y patrono de Cáritas asesinado en 1980 por persecución religiosa.
El decreto firmado reconoce sendos milagros atribuidos a la intercesión de monseñor Romero, última etapa antes de ser elevado a los altares en mayo de 2015 en una misa celebrada en San Salvador. La futura canonización de Monseñor Romero es posible gracias al reconocimiento canónico de un milagro.
En febrero, el cardenal Gregorio Rosa Chávez reveló que el milagro fue una curación irreversible de cáncer.
“Ya está todo analizado por los médicos. Es un milagro muy interesante, el que se presentó. Pensábamos que se había retrasado el proceso, porque se trataba de la curación de un cáncer, y uno puede recaer. En cambio, el milagro que se presentó fue de una curación irreversible y se aceptó muy bien”
El 24 de marzo de 1980 la bala de un francotirador atravesaba el corazón de Óscar Arnulfo Romero, mientras oficiaba una misa. Sus asesinos, un comando armado de la extrema derecha salvadoreña mataron al hombre, pero no a su ideal de justicia social, de un cristianismo liberador nacido en el amor a los más humildes.
Su asesinato tuvo un gran impacto en América Latina, donde la figura Romero se convirtió en una leyenda, ya que su ideal de Iglesia siempre fue el de lucha por la justicia y el bien común “Aún cuando se nos llame locos, aún cuando se nos llame subversivos, comunistas y todos los calificativos que se nos dicen, sabemos que no hacemos más que predicar el testimonio subversivo de las bienaventuranzas, que le han dado vuelta a todo para proclamar bienaventurados a los pobres, bienaventurados a los sedientos de justicia”, dijo en mayo de 1978 Romero, dos años antes de morir.
Cinco días antes de ser beatificado, Mons. Oscar Arnulfo Romero fue nombrado Patrono de nuestra Organización. El compromiso indeclinable por los más pobres, su lucha por el cese de la violencia, su oposición a la explotación humana y un ferviente llamado a la paz fueron las causas del asesinato de Mons. Romero en El Salvador. Nuestro Patrono es el primer Obispo mártir de América y el primero salvadoreño en llegar a los altares.
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