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Roma, 16 de noviembre de 2016

Queridos compañeros/as y amigos/as de la UCA, del IDHUCA y de la YSUCA:

¡La paz del Señor!

En la bula Misericordiae vultus, el Papa Francisco decretó el año 2016 como un Jubileo de la Misericordia, el cual clausuraremos el próximo 20 de noviembre, justo en los mismos días en que celebramos el vigésimo séptimo aniversario del martirio de nuestros compañeros jesuitas Ignacio Martín-Baró, Ignacio Ellacuría, Juan Ramón Moreno, Segundo Montes, Amando López y Joaquín López y López, junto con Elba Julia Ramos y su hija, Celina Ramos, sus colaboradoras.

Este aniversario acaece cuando nos llegan graves noticias de la situación de El Salvador: primero, la negativa del sistema judicial salvadoreño para extraditar a España a los militares que asesinaron a nuestros compañeros, acto que colma la impunidad que ha caracterizado a esa tierra de mártires; segundo, la corrupción de altos funcionarios del Estado, de variado signo político, del presente y del pasado, entre los cuales se encuentran personas que despertaron esperanza entre los pobres; tercero, la crisis fiscal que puede llevar a un impago de obligaciones del Estado; cuarto, la creciente violencia pandilleril que no cesa, a pesar de todos los esfuerzos del Estado por combatirla.

Pero este vigésimo séptimo aniversario coincide también con buenas noticias de nuestra Iglesia universal, y dentro de ellas subrayo la coincidencia del aniversario del martirio de nuestros compañeros con la clausura del Jubileo de la Misericordia, porque los mártires muestran de manera especial el rostro misericordioso de Dios y nos enseñan a ser misericordiosos, incluso con nuestros enemigos y verdugos.

A propósito de la misericordia, el Papa Francisco acaba de reiterar, en la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por el Santo Padre el día primero de septiembre de cada año, que “Nada une mejor con Dios que un acto de misericordia, bien se trate de la misericordia con la que el Señor perdona nuestros pecados, o se trate de la gracia que nos da para practicar, en su nombre, las obras de misericordia”. Esta misericordia de la que habla el Papa fue practicada por nuestros compañeros mártires.

La misericordia que enseña el Papa Francisco es una expresión viva de la radicalidad cristiana, y va más allá de las tradicionales obras de misericordia que enseña la Iglesia; pero va más allá de ellas complementándolas y enriqueciéndolas, no anulándolas. Por eso el Papapide que a las obras de misericordia que todos conocemos, y que se enfocan en la caridad, añadamos una nueva obra, el cuido de la creación: “La vida humana misma en su totalidad comprende el cuido de la casa común. Por consiguiente, me permito proponer un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de Misericordia, añadiendo a cada una el cuidado de la casa común”.

Además, a este 27° aniversario coincide también la erección de un nuevo dicasterio en la Santa Sede, el cual tendrá una misión muy cercana al sueño de nuestros mártires. Es para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Este dicasterio, como declara el artículo primero de sus estatutos, “es expresión de la preocupación del Sumo Pontífice por la humanidad sufriente, especialmente por los necesitados, los enfermos y los excluidos”. Dará seguimiento a todo lo relacionado con “los que son forzados a abandonar su patria o carecen de ella, los marginados, las víctimas de los conflictos armados y de los desastres naturales, los prisioneros, los desempleados, las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud y de la tortura; asimismo, de cualquier persona cuya dignidad es amenazada”.

Al 3° Encuentro Mundial de Movimientos Populares a Roma, el Papa explicó que “el desarrollo del ser humano en su integralidad, el desarrollo que no se reduce al consumo, que no se reduce al bienestar de pocos, … incluye a todos los pueblos y personas en la plenitud de su dignidad, disfrutando fraternalmente de la maravilla de la Creación. Ese es el desarrollo que necesitamos: humano, integral, respetuoso de la Creación, de esta casa común” (5.11.2016).

En este nuevo discaterio, que entrará en funcionamiento a partir del primero de enero de 2017, serán subsumidas las tareas de los Pontificio Consejos Justicia y Paz, Cor Unum, Pastoral para Migrantes e Itinerantes y Pastoral para los Trabajadores de la Salud.

Los mártires de la UCA soñaron con una Iglesia viva y comprometida con los excluidos y con todas las víctimas que crea este mundo injusto, y el nuevo dicasterio y la sabia guía de la Iglesia en la persona del Papa Francisco expresan mucho del sueño por lo que nuestros hermanos ofrecieron su vida al Señor.

Que los mártires, el beato Mons. Romero y la guía del papa Francisco nos inspiren en nuestro peregrinar. Suyo en el Señor, en unión de oración y de solidaridad, como siempre,

Michael Czerny S.J.

Pontificio Consejo Justicia y Paz (1967-2016)

Imagen: Uca.edu.ni

www.iustitiaetpax.va

 

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