El Papa Francisco recordó el primer aniversario del éxodo de más de 120 mil cristianos obligados a huir de la Llanura de Nínive en Irak por el avance de los terroristas del Estado Islámico y pidió al mundo no callar ni “mirar a otro lado” ante el fanatismo, la intolerancia y la persecución que sufren los creyentes.
El Papa volvió a manifestar su preocupación por los miles de refugiados obligados a huir de la persecución en Oriente Medio en un mensaje enviado al Obispo Auxiliar de Jerusalén de los Latinos y Vicario Patriarcal para Jordania, Maroun Lahham.
En el texto, el Pontífice reconoce de nuevo que “son los mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio”.
El texto fue enviado con motivo del primer aniversario de la llegada de los prófugos iraquíes en Jordania, el 8 de agosto de 2014. Allí se celebrarán varias actividades en las que participará el Secretario General de la Conferencia Episcopal Italiana, Mons. Nunzio Galantino.
En la actualidad, miles de refugiados se han visto privados de sus casas por la persecución que sufren a causa de su fe. Principalmente, por el autodenominado Estado Islámico que opera en Irak y Siria.
La noche del 6 al 7 de agosto de 2014, unos 120.000 cristianos huyeron de la Llanura de Nínive, una zona de Irak, por miedo a ser asesinados a manos de los terroristas. En la actualidad, viven como refugiados en el Kurdistán iraquí y son atendidos en los campos por la Iglesia local.
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