Cáritas Parroquiales en Ibarra

Desde la Diócesis de Ibarra, el P. Wilson Yalamá nos cuenta el quehacer de las Cáritas Parroquiales; como encargado de esta labor, el P. Wilson resalta la importancia de las Cáritas Parroquiales en la labor de la Iglesia en Ibarra. “Lo que buscamos ahora es encargarnos de nuestros pobres; no depender de programas internacionalmente, sino buscar nuestra propia financiación.

Sólo así hay Iglesia, sólo así somos caricia de la Madre a su pueblo. Cada párroco está comprometido con sus propios pobres, brindando ayuda a quienes más lo necesitan. Para eso se forman y capacitan en talleres, convivencias y retiros y, educada, sepa amar cada vez más a ese Cristo que sufre encarnado en los pobres”.

La respuesta de la caridad en la Diócesis ha tenido una positiva respuesta de la gente, que ocupa el espacio que le da la Iglesia. Son esas manos las que la Iglesia necesita, para que “Consuele cuando se sufre y sea generosa al dar cuando se necesita. Los sacerdotes invitamos, pero la gente es la que toma el camino y protagoniza su propia historia. Ha llegado el tiempo de los laicos, de todos los bautizados, que han tomado protagonismo gracias a los movimientos apostólicos”.ócesis, cada Cáritas Parroquial asume su propia función, según sus necesidades: están los comedores, la movilidad humana, el desarrollo humano integral y solidario, las guarderías, los asilos de ancianos y cariño que se lleva a las y los enfermos. Este apoyo se mueve gracias a la colaboración de los fieles, de su trabajo y del apoyo económico necesario para salir adelante en cada programa o labor Pastoral. Es mucha la gente que colabora, y esa actitud generosa motiva a cada Cáritas Parroquial en la Diócesis de Ibarra.

En las 64 parroquias de la Diócesis, hay caridad, aunque no todas estén asumiendo ese tinte que tiene Cáritas, esa dimensión especial que tiene Cáritas. “Uno solo no puede, pero afortunadamente hay muchos sacerdotes en cada Parroquia que motivan, que incentivan la caridad, que invitan a ayudar al prójimo. En la Zona 3 Cáritas Parroquiales está muy bien constituida, y ese camino inducido por el Espíritu Santo se está transitando en forma amplia. Es el Párroco el que impulsa y alienta la labor de sus fieles.

El P. Wilson agradece a las y los voluntarios que ofrendan su ayuda en forma útil, socorriendo, dando alivio a las necesidades de los menos favorecidos. “Dios nunca se queda con nada, Él devuelve lo que tú das, y eso es lo que profesan las y los voluntarios. Dios devuelve de diferentes maneras, en forma espiritual, o afectiva o material.

Los voluntarios en las Cáritas permiten el crecimiento de las Cáritas, pues ven que es una obra de Dios y que ellas y ellos son las manos de Cristo, logrando que todas y todos seamos uno solo, uno en Cristo.

Tanto en las parroquias rurales como en las urbanas, hay labor de las Cáritas. Con la ayuda de Dios todo es posible y alcanzable. Es el Espíritu Santo la guía y el motor de estas causa. “Invito a todos los fieles a que vayan a las parroquias y ofrezcan su voluntariado al Párroco. El voluntariado acepta el llamado del Señor, se educan y miran que cada uno de ellos puede hacer obra.

Hay muchos desafíos; ahora el P. Wilson quiere que en cada Parroquia haya una labor de Cáritas. Hay mil maneras de servir en Cáritas. Cáritas es el corazón de la Iglesia, que va más allá de la evangelización, de la liturgia y de los sacramentos, y hace realidad la caridad, la caricia de la Madre Iglesia a su pueblo.

Para este Corpus Cristi, que también es el Día de Cáritas, el motivo fundamental es insistir en la conformación de las Cáritas Parroquiales. Esta unión de voluntades y esfuerzos es la mejor forma de asumir el Evangelio. Necesitamos crecer, estar presentes en cada una de las más de 1.400 parroquias que tiene el Ecuador. Que nuestra caricia llegue a todas y todos los que creen en una Iglesia en salida, en una Iglesia que no excluye, que acepta a todo aquel que necesita amor.

 Foto: www.lasenda.info