Cáritas convoca a una Oración por la Amazonía y por la vida este martes 24 de septiembre. Iremos en peregrinación oracional desde Radio Católica hasta la Catedral Metropolitana en el Centro Histórico de Quito. En nuestro programa radial la Casa Grande conversamos de las razones que nos invitan a hacer esta Oración pública por la vida, por los dones con el que nos favoreció Dios Creador, y uno muy preciado para los ecuatorianos: la selva amazónica. Cinco voces nos introdujeron en el “misterio amazónico”.
“Debemos entender la vida como un regalo, como un don, y sentirse en casa cuando entramos en ella. La Amazonía es un misterio que nos hace sentir vivos. Pero también podemos vemos la incapacidad humana de tratar bien a estos espacios. Debemos contemplar este regalo como una voz de Dios que nos habla ahora”, dice el P. Giorgio Peroni, Secretario General de la Pastoral Social Cáritas Ecuador, al invitar al público oyente a que se unan en la oración. Con ojos vivos, que ven hacia el mañana con esperanza, y serenidad Giorgio nos plantea que la preocupación es que con la extracción petrolera y minera se ha provocado la destrucción de la naturaleza y también hemos reducido el espacio de vida de las personas que viven allá.
“El pescado está vendido”, lo dice con frontalidad el P.]oseba Segura, asesor de la PSCE. El P. Joseba y nuestra compañera Valeria, participaron del Encuentro Binacional Kichwa de las comunidades de las riveras del Napo de Perú y Ecuador, celebrado del 10 al 13 de septiembre en Sani Isla, una comunidad indígena del Yasuní, que está a 2h30 del Coca, viajando en lancha.
Nuestros compañeros compartieron con nosotros sus impresiones de la visita a la selva y sus comunidades. Pudimos escuchar testimonios de tantos líderes kichwas que aseguran que sus comunidades son acechadas por las compañías petroleras, dividiendo su organización. Les hacen grandes ofrecimientos, como empleo y ellos firman convenios; a los tres meses les quitan el empleo. Además, nos cuentan como la contaminación de los Ríos ha mermado la cantidad de pescado y las comunidades ya tienen poco para pescar y cazar.
“Nosotros palpamos una gran vulnerabilidad en las comunidades indígenas para resistir por sí mismas el acoso que tienen encima. No sólo es el petróleo, es el modelo de desarrollo que se plantea para estos pueblos amazónicos”, dice Valeria. Ella citó como ejemplo la educación: “al introducir a estas personas en otros modelos, a medida que van asimilando nuevas costumbres y conocimientos, se van perdiendo sus conocimientos ancestrales y se debilita su organización social. Hay políticas de escritorio, que no conocen la realidad de estos pueblos, y así se comenten equivocaciones”, dice.
Los testimonios del P. Joseba y Valeria son respaldados por los líderes comunitarios de la Amazonía: “Nosotros, como pueblos kichwas, estamos amenazados en lo cultural y en lo ambiental. Las empresas petroleras, madereras y mineras quieren que nosotros hablemos en castellano, y desprecian nuestra lengua, poniéndola en riesgo. Las empresas ven al indígena como un obstáculo que no les favorece a ellos”, dice Rafael Noteno Capinoa, vicepresidente de la Organización Orkywan, del Alto Napo, Perú.
“Podemos vivir sin el petróleo “dice con experiencia y confianza Javier Gualungo, un líder juvenil Sani Isla, parte del proyecto turístico comunitario Sani Lodge. Javier habla cuatro idiomas y es uno de los que cree que la identidad no está en la vestimenta, sino en el corazón. “Yo he estudiado, y no abandono mi cultura. El proyecto del lodge funciona, y es una forma alternativa al petróleo. Uniéndonos podemos obtener lo que necesitamos. Tenemos que tener claro el futuro”, dice en su discurso dirigido a los líderes kichwas de las 32 comunidades participantes del Encuentro.
Con estos argumentos, “tiene sentido orar ahora; rezar se complementa con la acción y Dios da fuerzas para trabajar por la vida”, dice el P. Giorgio. El P. Joseba Segura lo recalca “nos urge luz, nos urge rezar, con fe, para que el Señor obre un milagro e ilumine a quienes toman las decisiones”.