A partir de la toma de la Casa en el programa anterior por parte de la Juventud, hemos dedicado éste, el 27º, a un problema elegido por ellos, y que se torna cada vez más común: el bullying está entre nosotros, y repercute negativamente en sus jóvenes víctimas.
Con Eider (madrileña de 20 años) y Richard (quiteño de 23) presentamos un panorama general del acoso, del matonaje, de la intimidación de que son objeto muchísimos niñas, niños y jóvenes, hoy y aquí, en Ecuador.
Richard sostiene que el bullying puede comenzar en el hogar: los hermanos mayores lo ejercen contra el menor o menores. Eider nos cuenta que en España es una epidemia. Ambos están de acuerdo en sus consecuencias: depresión intensa, tristeza,baja autoestima, aislamiento -incluyendo a la familia-, cobardía. Otros veces, la víctima se convierte en victimaria y ejerce violencia contra las personas que los acosan.
En algunas situaciones, el bullying también puede generar personas adultas que siguen siendo niñas o niños. Eider cuenta de un caso en el que un hombre de más de 40 años vive pegadoal play station y se comporta como un adolescente, aunque es casado y ya tiene hijos.
El bullying no respeta género:chicas y chicos son molestados, perseguidos, insultados y amedrentados constantemente, en la escuela y el colegio; inclusive, el problema llega a trasladarse a la Universidad, aunque en menor escala.
Eider y Richard coinciden en que el bullying es la forma más dura de la discriminación en las nuevas generaciones. Advierten que el acoso obedece a cualquier causa: color de piel, tamaño, peso, dotes intelectuales, defectos físicos, en fin, cualquier razón se vuelve excusa para activar el bullying.
Aconsejan que la víctima busque ayuda inmediata, en sus padres, en sus profesores o en personas mayores y de confianza. El bullying puede conducir al suicidio: el caso de Amanda Todd es una seria advertencia sobre las peligrosas consecuencias que genera esta actitud.
Un programa dedicado a una dura realidad que puede ser enfrentada si tomamos conciencia de que existe y nos unimos para combatir esta práctica discriminatoria.