Desde el año 1979 y cada 16 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo, la misma finalidad que tiene la Agenda 2030 con su meta hambre cero.
El lema de este 2023 es: “El agua es vida, el agua nutre. No dejar a nadie atrás”. El agua es esencial para la vida en la Tierra. Cubre la mayor parte de la superficie del planeta, constituye más del 50% de nuestros cuerpos, produce nuestros alimentos y sustenta los medios de vida.
La FAO nos explica que los alimentos que ingerimos y la forma de producirlos afectan al agua. Partiendo de este punto, sería conveniente que comenzáramos a probar, por ejemplo, alimentos locales, frutas y verduras de temporada y también consumir más alimentos frescos, intentar desperdiciar menos sin comprar en exceso, y finalmente evitar la contaminación del agua.
Cáritas Ecuador, desde algunos de sus ejes de intervención promueve proyectos que apuntan a una seguridad alimentaria soberana, a través de la creación de huertos agroecológicos que se desarrollan en las provincias de: Chimborazo, Bolívar, Esmeraldas, Loja, Zamora, Sucumbíos y Orellana
Un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), revela que el 15,4% de los 18 millones de ecuatorianos no tiene acceso a alimentos (octubre 2022). Y Según datos oficiales, el 23,1% de niños y niñas menores de cinco años del territorio ecuatoriano tienen desnutrición crónica infantil o retraso en su crecimiento, la cifra es aún más alta (28,7%) en las comunidades rurales.
Frente a esta realidad uno de los ejes necesarios de trabajo de la Pastoral Social Cáritas Ecuador, “es la seguridad y soberanía alimentaria que en los últimos años ha contribuido, para que al menos 10.000 personas, mediante proyectos ejecutados desde el año 2017 al 2023 del sector rural en las provincias de Santo Domingo Tsáchilas, Esmeraldas, Cotopaxi, Bolívar, Chimborazo, Zamora Chinchipe, mejoren la disponibilidad, el acceso, la estabilidad y uso de alimentos a partir de la producción con enfoque agroecológico en sus fincas, parcelas y huertos, que son aprovechados para el autoconsumo y venta de excedentes en ferias agroecológicas y tiendas comunitarias que se constituyen el punto de encuentro de productores y consumidores, generando relaciones de reciprocidad”, destaca el área de economía social y solidaria.
“El modelo de producción agropecuaria con enfoque agroecológico de a poco se va constituyendo en las comunidades, parte de un estilo de vida, lo cual se valoró más a partir de la crisis sanitaria vivida en la pandemia de los años 2020-2022 que obligó a ser productores de nuestros propios productos y alimentos a pequeña y mediana escala”.
“Se aspira, en el corto y mediano plazo, garantizar la alimentación en las comunidades de intervención de Cáritas Ecuador como un derecho humano fundamental, basado en la seguridad y soberanía alimentaria, la producción responsable con el cuidado del ambiente o casa común como lo señala, el Papa Francisco”.
En la Amazonía ecuatoriana, el eje de ecología integral de Cáritas Ecuador, interviene en las provincias de Orellana y Sucumbíos. En estas zonas, “se acompaña con la implementación de espacios agroforestales, conjugando el fortalecimiento de ecosistemas locales con el fomento de una seguridad alimentaria, acorde a la cultura de los pueblos amazónicos. En las comunidades kichwas del río Coca, afectadas por los derrames de petróleo y donde se han vulnerado diversos derechos humanos fundamentales, como: el acceso al agua y a una alimentación segura y suficiente”. En ese sentido desde el eje de ecología se “asesoró técnicamente y se implementó espacios agroforestales, que buscan equilibrar la seguridad alimentaria con el cuidado de la Casa Común”, menciona Héctor Pérez, técnico del área de ecoteología.
Otro de los ejes de trabajo de la Pastoral Social, es el área de movilidad humana, que se preocupa por implementar el tema de la seguridad alimentaria en los proyectos que se ejecutan en los diferentes territorios donde interviene.
Según Marisol Delgado, técnica de movilidad humana, “en la actualidad se busca mejorar las condiciones de alimentación de las personas migrantes, mediante el acceso a productos alimentarios y nutritivos, así como sensibilizar a la población con buenas prácticas alimentarias y recomendaciones nutricionales para el uso adecuado de los cupones o tarjetas de alimentos”.
«La condición de hambre y malnutrición que hiere gravemente a tantos seres humanos, es el resultado de una injusta acumulación de injusticias y desigualdades», que deja a muchos en los arrabales de la vida y permite a algunos establecerse en un estado de ostentación y opulencia». Papa Francisco
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