Los obispos de la amazonía dicen Sí a la vida, Sí a mantener el petróleo en el Yasuní y Sí a defender el Chocó Andino del extractivismo minero, fue el mensaje que expresó monseñor Adalberto Jiménez, obispo del Vicariato de Aguarico, durante la rueda de prensa denominada “Laudato sí a la vida”, que tuvo el propósito de llamar a la ciudadanía a defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenece a todos.
Durante su intervención, el representante de la iglesia, dijo: “vengo a hablar desde el corazón, hace seis años cuando el papa Francisco me nombro obispo del Vicariato de Aguarico, me encomendó, cuidar la selva, a su gente y eso es lo que, junto con los obispos de la amazonía intentamos hacer cada día, así como la presencia de otro profeta como es, monseñor Labaka y la hermana Inés Arango”.
Nosotros estamos aquí para decir: “sí a la vida, si al Yasuní”, no a la destrucción del planeta y de la creación, no a la destrucción del Yasuní, ni del Chocó Andino, sí a la vida, enfatizó monseñor Jiménez. “En estos 50 años de explotación petrolera, donde no se habla de millones sino de billones, nos preguntamos donde está invertido el dinero del petróleo en la provincia de Orellana, todos los ríos de la provincia están contaminados con metales pesados”.
El P. José García, secretario ejecutivo de Cáritas Ecuador, indicó que defender al Choco Andino, “va mucho más allá de la gran extensión de tierra, es amenazar la vida y el agua, es amenazar la vida de Quito y el planeta. No nos dejemos engañar, ni las petroleras, ni las mineras benefician al país, la riqueza que generan se va fuera, nos queda las migajas, la contaminación y la muerte”.
La rueda de prensa, sirvió de escenario para lanzar la campaña “Laudato Sí a la vida”. Elizabeth Coca, coordinadora del área de ecología de Cáritas Ecuador, dijo que la campaña “busca sensibilizar a las familias ecuatorianas para detener la explotación en el Yasuní y salvar al Chocó Andino, implica decir si en la consulta, sí al Yasuní, sí al Choco, sí a la vida”.
La campaña, ha sido un trabajo en conjunto con varias organizaciones de la iglesia que cuidan la Casa Común, como son: Repam Ecuador, la Red Nacional de Pastoral Ecológica, el Movimiento Laudato Si, Iglesias y Minería, Sin Fronteras de los Misioneros Combonianos y Signis Ecuador.
“La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer valer en público. Y al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua y el aire comodones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que exista una especie de ecología del hombre bien entendida. En efecto, la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana: cuando se respeta la «ecología humana» en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia.” (Papa Benedicto XVI, Caritas in veritate # 51)
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