Del 29 al 30 de junio, en el Hogar Santa Cruz, de la Diócesis de Riobamba, se realizó el taller sobre “Modelos de Producción Agropecuaria con enfoque agroecológico en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario”, y contó con la participación de técnicos y promotores de Cáritas Esmeraldas, Guaranda, Portoviejo, Puyo, Tena, Riobamba, técnicos del área de Economía Social y Solidaria, así como la Fundación Maqui Mañiachi y la Fundación María Amor, que forman parte del proyecto “Plenitud de vida para NNA, mujeres y sus familias en situación de vulnerabilidad por pobreza extrema y violencia basada en género, en Ecuador”.
El taller tuvo el propósito de fortalecer los conocimientos de los equipos de la Pastoral Social y organizaciones participantes del proyecto Plenitud de Vida, así como socializar y analizar en el ámbito técnico, los contenidos de la propuesta del “Modelo de producción agropecuaria con enfoque agroecológico, en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario”. La consultoría fue ejecutada por Roberto Gortaire, ingeniero agrónomo y especialista en agroecología, quien fue el facilitador del taller.
Durante los dos días del taller se revisaron nociones, conceptos y principios de agroecología, mitos y verdades sobre agroecología, agriculturas patrimoniales y agroecología, similitudes y diferencias agroecología versus modelos agrarios alternativos. También se hicieron dos visitas de campo para conocer las experiencias de las comunidades que aplican la agricultura agroecológica.
El jueves 29 de junio los participantes del taller visitaron y conocieron la experiencia de la comunidad de Anguiñay, que está ubicada en la Parroquia Pungalá del cantón Chambo y que desde hace cinco años trabajan la agroecología. Siembran y cosechan hortalizas, legumbres y productos agrícolas de la zona, también cada viernes participan en la feria Siempre Bueno, que se realiza en la parroquia Santa Faz. Este caminar ha sido bajo la coordinación de Cáritas Riobamba.
El segundo día visitaron la granja de la familia Hidalgo, que esta ubicada en la comunidad Chingazo del cantón Guano. Esta experiencia externa, es una granja familiar que se dedica al cultivo de plantas frutales, impulsa la asociatividad local, la misma que ha generado varias innovaciones y procesos de comercialización como el guarango, cannabis, frutilla, entre otras. En la visita a la granja se compartió experiencias con los socios de la Cooperativa de Producción Agrícola Ananda.
Roberto Gortaire al referirse a los Modelos de Producción Agropecuaria con enfoque agroecológico en el marco del desarrollo humano integral y solidario, (DHIS), considera que es urgente “transformar los sistemas agroalimentarios y volverlos sostenibles, ante el fracaso de los modelos de revolución verde o agricultura industrializante y a la crisis consecuente que viven las comunidades campesinas”.
Es importante identificar los “pasos que determinan la transición agroecológica, descubrir como podemos ser eficaces en el camino para adoptar este enfoque para la producción agropecuaria y alcanzar las transformaciones que se necesita”. Menciona algunos principios claves para la aplicación del método:
– Análisis crítico de la realidad, evitando la complacencia e indiferencia.
– El juicio y la acción se basan en el evangelio y la doctrina social de la Iglesia
– Discernimiento comunitario en búsqueda de soluciones justas y efectivas
– Y la participación activa de los fieles en la transformación de la realidad.
Para Jéssica Naula, técnica de la Fundación María Amor, el modelo de producción agroecológica “es importante, porque ayuda a que la familia y la comunidad se involucren y se puedan extender las redes”. Es un espacio donde se “pueden formar a nuestros agricultores y campesinas, la misma que tiene relación con el cuidado de la naturaleza, la Pacha Mama y el no uso de agrotóxicos”. La experiencia de Anguiñay, demuestra que si es posible realizar la producción agroecológica, sin el uso de químicos y encontrar puntos de comercialización.
Cristhian Figueroa, promotor ambiental, del proyecto Estuario de Cojimíes del cantón Pedernales, enfatiza que es interesante hablar de los “conocimientos ancestrales y como se ha venido cambiando de una cultura de monocultivo a una cultura de producción donde se ve más lo económico y se pierde el amor al campo”. Ahora mismo en diferentes espacios se realiza la producción agroecológica en pequeña escala como son; huertos familiares, bioles, extracto de plantas, menciona Cristian, quien menciona “que es importante trabajar a gran escala en la producción agroecológica, pues el cambio de cultura es importante”. Al momento con la comunidad en Cojimíes, se trabaja en pequeña escala, “motivando a las personas a sembrar sus plantas, apostando a la producción de sus propios alimentos, la misma que conlleva a mejorar la economía familiar. Ya no compran, se alimentan de productos sanos y sirve para el sustento de la familia, hacen el trueque de sus productos entre los vecinos y su esfuerzo es valorado por la comunidad”.
“El taller viene en un buen momento para pensar en la salud y en la vida de las personas, por que la agroecología tienen esos principios de vida. Es importante seguir difundiendo a las comunidades que no tienen la oportunidad de estar aquí lo que es cultivar si químicos, como son: piña, yuca, caña, y planta medicinales. Nosotros somos los mensajeros de llevar los conocimientos e iniciativas de estos talleres”, Finaliza Néstor Lemos, técnico de Cáritas Esmeraldas del Cantón Eloy Alfaro.
“Agroecología es la forma de agricultura y práctica de vida que se basa en una relación armónica y respetuosa entre seres humanos y naturaleza. Integra dimensiones agronómicas, ambientales, económicas, políticas, culturales y sociales; genera y dinamiza permanentemente el diálogo entre las sabidurías ancestrales y disciplinas científicas modernas. Se inspira en las funciones y ciclos de la naturaleza para el desarrollo de sistemas de producción, distribución y consumo agrícola sostenible, eficientes, libres de agrotóxicos, transgénicos y otros contaminantes. Los modelos agroecológicos se nutren además de aquellos sistemas ancestrales y patrimoniales del Ecuador tales como: Ajas, chacras, eras, huertas y otras modalidades de granjas integrales diversificadas”.
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