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Cada 26 de julio, se recuerda como el Día Internacional de la Conservación del Ecosistema de Manglares, que lo instituyó la Conferencia General de la UNESCO en el año 2015. La intención de esta conmemoración, es hacer conciencia sobre la conservación de los manglares como un “ecosistema único, especial y vulnerable”

Los manglares son ecosistemas ubicados en el límite entre la tierra y el mar, están presentes en zonas tropicales, los más grandes de Latinoamérica se encuentran en Brasil y México, pero están presentes en casi toda la región.

En el Ecuador, el 99% de los manglares se distribuyen en cinco zonas estuarinas: Estuario Cayapas Mataje, Estuario del río Muisne, Estuario del río Chone, Estuario de Cojimíes, Golfo de Guayaquil y el Archipiélago de Jambelí.

Cáritas Ecuador, junto a la Arquidiócesis de Portoviejo, ejecutan el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades del terremoto del 16 de abril de 2016 en el estuario de Cojimíes de la provincia de Manabí”, que tiene el propósito de contribuir en el ejercicio de los derechos sociales, económicos y ambientales de 200 familias en 20 comunidades de escasos recursos económicos afectadas por la contaminación del ecosistema del estuario de Cojimíes en el cantón Pedernales.

Las comunidades beneficiarias del proyecto, desarrollan diversas actividades para la conservación de la biodiversidad del estuario de Cojimíes, con mingas comunitarias de limpieza y en la concientización de la población para recuperar el área del manglar y el recurso pequero.

En ese sentido en el marco del día internacional del manglar, la Arquidiócesis de Portoviejo en coordinación con la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí extensión Pedernales, realizaron el foro: “Cuidado y Protección del Manglar en el Estuario Cojimíes”, que se llevó a cabo el miércoles 26 de julio, en la ciudad de Pedernales.

El propósito del foro, es “incidir y trabajar con las organizaciones e instituciones del Estado, para sumar acciones, recuperar el área del manglar y los recursos pesqueros para conservar la biodiversidad y que las familias puedan recuperar el sustento económico”, menciona Cristhian Figueroa, promotor ambiental e ingeniero agrónomo, que acompaña el proyecto en el Estuario del río Cojimíes.

Instituciones públicas, organizaciones ambientalistas, gobiernos municipales, parroquiales y la asociación de pescadores de la provincia de Manabí, participaron del foro. Cada uno de los panelistas tuvo su tiempo para disertar sus ponencias.

El tema manglares y medio de vida, estuvo a cargo de Jhonny Silvestre, gerente de la Asociación de Producción Pesquera Artesanal El Churo, (ASOPROPECHU). Se refirió a las experiencias locales de conservación de manglares estero Cojimíes. Indicó que el grupo está formado por 68 socios, ellos cuidan, limpian y manejan las riberas y manglares, “ellos saben que se ahí sale el recurso que necesitan. corvina, pargo, camarón y otras especies que se reproducen, además mucha gente nuestra subsiste de la pesca. Los manglares y humedales están muy destruidos, pero con conciencia y amor se pueden recuperar”.

Destacó que, la asociación trabaja una franja de 11,5 Km del estuario Cojimíes, “hacen reforestación y conservación del estuario, tiene el uso y custodia de 258 hectáreas de manglar que se encuentran en los bordes costeros que son medios de subsistencia de cientos de familias que dedican a la pesca artesanal”.

La Agencia Alemana para la Cooperación Internacional, (GIZ), participo con el tema: Uso y custodia como herramienta de conservación de Manglares, a cargo de Luciano Ponce, mencionó el beneficio económico que ayuda a mantener el ecosistema y las multas que obligan a camaroneras a reforestar un porcentaje de lo afectado.

Los beneficios del acuerdo contemplan: seguridad jurídica, área con acceso exclusivo, respaldo institucional, infraestructura para el control y vigilancia, incentivos económicos y planes de reforestación. Mientras que las obligaciones de beneficiarios son: custodia del manglar, cumplir el Plan de Manejo y legislación e informes semestrales.

Otro de los temas que se abordó en el foro fue: Sistema nacional de áreas protegidas, que estuvo a cargo de Alex Cevallos, técnico del ministerio del Ambiente, manifestó que el programa nacional de monitoreo de ecosistemas y manglares, tiene el propósito de establecer estándares de monitoreo para diferentes ecosistemas, como una homogenización ce criterios con respecto a la validación en el campo.

En su intervención, recordó que, en el Ecuador los manglares crecen en todos los estuarios que forman ríos al llegar al océano pacífico. “En estas zonas, ricas en nutrientes y protegidas por el embate de las olas, se construyeron durante la década de 1980 miles de piscinas para el cultivo de camarón. En algunas zonas, como el estuario del río Muisne en la zona sur de Esmeraldas y el río Cojimíes en el norte de Manabí, la destrucción del manglar fue casi total”.

Sin embargo, manifestó que la toma de conciencia de los pobladores locales acerca de que su principal y tradicional fuente de sustento había desaparecido, motivó la protección de los últimos remanentes que quedaban en estos estuarios. El área protegida comprende 3.173 hectáreas que están distribuidas en 25 cuerpos diferentes.

La organización ambiental, Conservación Internacional, expuso: “Restauración del manglar a nivel nacional”, estuvo a cargo de Raúl Carvajal. Enfatizó que “los manglares son el lugar de reproducción de una gran variedad de peces, moluscos y crustáceos, y una fuente de alimento para muchas especies de vertebrados e invertebrados. Estos ecosistemas, que ayudan a construir y mantener la integridad de las zonas costeras, son altamente productivos y mantienen una compleja red de interacciones ecológicas”.

Los manglares son vitales, entre otras cosas, para la seguridad alimentaria de las poblaciones locales y proporcionan una gran diversidad de recursos biológicos y productos forestales (maderables y no maderables), sitios de reproducción y crianza de muchas especies acuáticas, áreas para la pesca y recolección, captura y almacenamiento de carbono, y protección de la franja costera para prevenir y mitigar los impactos de la erosión costera y el cambio climático.

Cristhian Figueroa, técnico de Cáritas, quien participó del foro con el tema: “Incidencia de restauración de los ecosistemas manglares” destaco que a través del proyecto: “Fortalecimiento de capacidades sociales, ambientales y económicas de las poblaciones afectadas por el terremoto del 16 de abril del 2016 en el estuario de Cojimíes, provincia de Manabí” se impulsa la iniciativa de restauración de los ecosistemas de manglar.

“El trabajo que se realiza con la comunidad es través de formación ambiental. En las comunidades se impulsa la iniciativa de restauración de los ecosistemas de manglar. Las comunidades que participan de esta capacitación son: Nuevo Cojimíes, Guadual, El Churo, El Aguacate, La Bonilla, Colorado, El Toro, Moracumbo.

“Se promueve el cuidado de la Casa Común, mediante el reciclaje, y clasificación de desechos, para que no contaminen nuestro estuario Cojimíes. Así mismo, se crea conciencia de la importancia de nuestro ecosistema manglar que genera riqueza ecológica y recuperación del recurso pesquero local, que se trabaja conjuntamente con la asociación de pescadores artesanales del Churo, (ASOPREPECHU), acciones de conservación del manglar en el estuario Cojimíes”.

Los Acuerdos para el Uso Sustentable y Custodia del Manglar, son el eje central para lograr la recuperación del manglar y su biodiversidad. Unidos somos más.  El manglar es vida ayúdanos a protegerlo, finalizó Cristhian.

 

 

 

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