Tras las inundaciones que soportó la provincia de Esmeraldas el pasado 3 y 4 de junio, la misma que dejó daños en 7 cantones y 21 parroquias, la situación de la población damnificada es calamitosa. Hay familias que aún permanecen en albergues temporales, mientras que otros grupos familiares han retornado a sus viviendas, con la incertidumbre que se repita el fenómeno natural.
Valeska Peña, responsable de Gestión de Riesgos y Emergencias de Cáritas Esmeraldas, describe el estado en el que se encuentra la población que enfrentó las fuertes lluvias y menciona también que desde el inició esta emergencia es atendida por la Iglesia.
Las inundaciones que se registraron en varios cantones de la provincia provocó que las fuentes de agua se contaminen y el sistema de alcantarillado colapse en algunas zonas, menciona Vasleska, quien agrega que la situación “conllevó a que se formen aguas estancadas y que las casas se llenen de lodo, lo que generó un riesgo para la generación de vectores”.
La labor de Cáritas Esmeraldas, empezó desde el instante de la emergencia, hasta el momento se ha entregando a las comunidades afectadas de los cantones de Esmeraldas, Atacames y Muisne: 1500 galones de agua, 500 kits de aseo personal, cloro, desinfectante y gel antibacterial, indica Valeska.
“Las mingas comunitarias, han jugado un papel importante para remover escombros y limpiar los hogares afectados, para ello se dotó a las familias de herramientas para el trabajo como son: palas, escobas y botas. Así mismo, es importante mencionar que Cáritas Esmeraldas, adquirió una máquina para producir cloro, que es de gran ayuda para apoyar a las familias damnificadas”.
La Iglesia junto a las Cáritas Parroquiales, desde el día cero de la emergencia activó el Comité de Crisis, que abarca cuatro sectores primordiales de ayuda humanitaria como son: Abastecimiento de agua, saneamiento y promoción, que está en funcionamiento y se encarga de distribuir el líquido vital en las zonas afectadas.
En cuanto a Seguridad Alimentaria y Nutrición, Caritas Esmeraldas, implementó comedores comunitarios donde se entregaron tres comidas diarias a las personas afectadas por las inundaciones, la ayuda fue hasta el 16 de junio y se llegó a entregar 14.410 tarrinas, 3353 kits de alimentos no perecibles y 850 kits de alimentos perecibles a las familias damnificadas, enfatiza Valeska.
Otro eje de trabajo del Comité de Crisis, es Alojamientos y Artículos No Alimentarios, aquí Cáritas Esmeraldas junto a las fundaciones CAEMBA y AMIGA, instalaron 50 campamentos, que son alojamientos con caña y lona, como una respuesta inmediata a la emergencia.
Desde el 24 de junio se “han establecido en los campamentos 56 familias que suman 223 personas, el campamento es similar a una casa, cuenta con baños, duchas, cocina, lavandería y comedor. Cada albergue es unifamiliar de 30 metros cuadrados y cuenta con conexiones eléctricas seguras. Cada familia ha recibido colchones, kits de aseo personal, kits de ropa, cocinetas, cilindros de gas, vajilla y zapatos, para que puedan solventar sus necesidades”, enfatiza Valeska.
En el tema de Acción de Salud y educación, se entregó 1500 kits escolares, para que los niños, niñas y adolescentes puedan retornar a sus actividades académicas, gestión que estuvo a cargo de la fundación Nación de Paz. Hasta el momento se realizan brigadas médicas y odontológicas con el apoyo de la Junta Nacional de Beneficiencia de Guayaquil.
Aproximadamente, 3500 familias han sido atendidas desde que empezó la emergencia, se ha entregado 1500 kits de alimentos no perecibles en los diferentes cantones afectados por las inundaciones, finaliza Valeska.
“La luz de la esperanza encendida por gente sencilla y con un corazón grande que se ha subido al tren de la solidaridad, va marcando la diferencia, destacando que la esencia de la humanidad es amar”. Mons. Antonio Cramery, obispo del Vicariato Apostólico de Esmeraldas
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