Referirse al tema de las finanzas solidarias, es hablar de un capital económico que esta al servicio de las personas como un medio, no como un fin, y aporta a la transformación social sostenible de las comunidades, además se sustenta en la generación de un trabajo digno en el marco de la Economía Social y Solidaria.
En ese sentido el eje de economía social y solidaria de Cárits Ecuador, apunta al fortalecimiento de capacidades organizativas, sociales, productivas, económicas, financieras y políticas de las familias en el marco del Desarrollo Humano Integral y Solidario, para ejecutar proyectos con el propósito de dar respuesta a los graves problemas de desigualdades que existe, así como fomentar alternativas sustentables para las familias más vulnerables y en riesgo de exclusión.
Con esa visión, Cáritas anima a la organización comunitaria para la gestión de las finanzas solidarias bajo el modelo de las cajas comunitarias de ahorro y crédito que es amparado por la legislación ecuatoriana.
Hace un año, Cáritas Riobamba, ejecuta el proyecto “Fortalecimiento de la red organizativa: producción sustentable, sostenible y el comercio justo y solidario en 9 comunidades de la provincia de Chimborazo, que se enmarca en el Desarrollo Humano Integral y Solidario, (DHIS) el mismo que arrancó en agosto del año 2021. El proyecto es financiado gracias al apoyo fraterno de Cáritas Corea.
Desde el inicio, se implemento con las comunidades participantes, el proceso de formación en técnicas de producción agroecológica que combinan los saberes ancestrales con técnicas modernas, el cual aporta al fortalecimiento de los huertos agroecológicos.
“El principal objetivo del proyecto es mejorar las condiciones de vida de las comunidades participantes en el marco del DHIS, agroecología y la formación de cajas comunitarias”, menciona Carolina Santillán, técnica del proyecto quien agrega “que esta consciente de la situación social y económica que atraviesan los habitantes que se encuentran en la parte rural de la provincia”.
El Proyecto se implementó en julio del 2021 y se encuentra en 9 comunidades de la provincia de Chimborazo que son: Anguiñay, Agua Santa de Pungala, Chimborazo, Cahuaji Alto, Calera Shobol Pamba, Cumandá el Molino, Tumba San Francisco, Nueva Esperanza y San José del Batán. En la actualidad participan 129 familias.
“Las comunidades que participan del proyecto, han demostrado interés, unión y compromiso, puesto que ellos consideran que el proyecto les enseña y fortalece sus capacidades para mejorar su economía”.
Carolina Santillán, enfatiza que a un año del proyecto, “las cajas comunitarias han seguido trabajando, se evidencia el compromiso y unión de los participantes. Recuperaron su capital semilla y comenzaron otorgando créditos a sus socios, realizan reuniones mensuales y se mantienen unidos. La cantidad de los préstamos solicitados por los socios de las cajas comunitarias, depende de las necesidad del socio y del dinero disponible. Los préstamos que se entregan actualmente varían entre 50.00 a 200.00 dólares”.
Hasta el momento las comunidades que han logrado crear las cajas comunitarias, “se sienten comprometidas y motivadas, en la experiencia de la caja comunitaria Nueva Esperanza, ellas y ellos sienten que tienen una organización bien definida desde su creación, han logrado duplicar su capital, tienen reuniones mensuales y han incorporado a nuevos socios. La cajas comunitarias se consolidan y diversifican las actividades económicas de las comunidades”, finaliza Carolina.
La escuela permanente en DHIS, la implementación de procesos de formación en DHIS, agroecología y Cáritas parroquiales, son algunas de las actividades adicionales que se desarrolla en el proyecto.
Se ha consolidado los sistemas productivos familiares agroecológicos integrales a través de la implementación de buenas prácticas agrícolas que generen producción permanente para el autoconsumo y la venta de excedentes.
Otros de los temas que ha desarrollado el proyecto es el intercambio de experiencias para el fortalecimiento de los procesos de formación, que se realizó con las comunidades de la parroquia Chiquincha en la provincia de Tungurahua, donde se intercambiaron experiencias en torno a la agroecología y la gestión de cajas comunitarias con la Unión de Organizaciones de Agricultores Agroecológicos de la provincia de Tungurahua.
“Un pilar fundamental de la propuesta de Finanzas Populares ha sido la capacitación integral vinculada al fortalecimiento comunitario y financiero, lo que han permitido desarrollar el sentido de pertenencia y empoderamiento constituyéndose en pequeñas instituciones locales que dinamizan los procesos sociales y comunitarios”.
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