Este viernes 13 de mayo de 2022, se realizó la firma del convenio marco entre Caritas Ecuador y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. Este acuerdo de colaboración establece compromisos de cooperación en la prevención de desastres.
El evento contó con la presencia del padre José García, secretario ejecutivo de Cáritas Ecuador, el Mgs. Rodrigo Rosero, director general subrogante del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias y Byron Yachimba, coordinador del área de Emergencia y Riesgos de Cáritas Ecuador.
El convenio contempla establecer acuerdos y compromisos de cooperación para la ejecución de acciones conjuntas con el fin de prevenir riesgos, mitigar desastres y responder a emergencias y recuperar los territorios afectados desde una visión de sostenibilidad dentro del territorio nacional.
Durante su intervención, el padre García, manifestó que es necesario «buscar los mejores medios para acompañar a quienes sufren diversos acontecimientos y emergencias dolorosas que se presentan en el país».
Para Rodrigo Rosero, director general (s) Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, este convenio busca ayudar y complementar la respuesta durante los eventos adversos y llegar con ayuda positiva hacia la población afectada, así mismo enfatizó que “sentirnos como servicio y aliados con Caritas, es importante para la reducción y la prevención mediante acciones de sensibilización, que generen resultados positivos”.
Las emergencias y desastres que se han dado origen en el territorio nacional, a lo largo de la historia han reflejado circunstancias críticas en diferentes instancias para la atención integral a la población afectada.
Byron Yachimba, coordinar del área de emergencias y riegos de Cáritas Ecuador, recordó que, en los últimos 25 años, varios de los países de la región inter andina han sido afectados por grandes desastres originados por amenazas naturales.
Mencionó que el estudio realizado por la CEPAL, en su «Evaluación del impacto socioeconómico y ambiental de los desastres para América Latina», señala que aproximadamente el 33% de pérdidas directas e indirectas (vidas humanas, infraestructura social y productiva) registradas en la región fueron causado por eventos peligrosos producto de fenómenos naturales.
Así mismo se refirió al grado de vulnerabilidad y exposición que presenta el Ecuador, dijo que desde el fenómeno del niño del año 1982 hasta el terremoto de Pedernales del 2016, el país ha acumulado aproximadamente USD 129.500 millones en pérdidas económicas, sin contar con los más de USD 6.421 millones de pérdida por la pandemia de la COVID-19, datos únicamente del periodo de marzo a mayo de 2020, sin tomar en cuenta los miles de damnificados alrededor del país que han perdido familiares, medios de vida, infraestructura esencial y que aún no han podido recuperarse del todo.
En este orden de ideas y concordando con los especialistas en la gestión de riesgos, el Ecuador es uno de los puntos con mayor exposición a amenazas geológicas como sismos y erupciones volcánicas (con 7 volcanes activos además de relevantes erupciones históricas (Volcán Cotopaxi 1887; Volcán Tungurahua 1996-2016), también amenazas hidrometeorológicas tales como inundaciones, vendavales, sequías, deslizamientos de masa y otras como los tsunamis, pero no debemos olvidar también que cada una de estas se relacionan con los factores que confluyen para generar impactos producto del cambio climático.
Por este motivo es que se requiere de un análisis de la situación actual del territorio y generar una cultura de prevención ante riesgos de desastres dentro de la Red de Pastoral Social Cáritas Ecuador e incorporarla en todo nivel jurisdiccional a mediano plazo, con enfoque multinivel dentro de la visión del Desarrollo Humano Integral y Solidario, además del desarrollo territorial cuya sostenibilidad permita poseer territorios resilientes y preparados ante la manifestación de emergencias y desastres.
Byron Yachimba, manifestó que desde la Pastoral Social Cáritas del Ecuador, “deseamos contribuir con nuestros recursos y capacidades en coordinación con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, así como con todas las organizaciones que conforman el Sistema Nacional Descentralizado de Gestión de Riesgos, en la prevención de riesgos, mitigación de desastres, respuesta y recuperación de los territorios afectados con enfoques en la desigualdad y equidad de género, de igual manera en el fomento de la participación ciudadana, más aún entre quienes habrían sido excluidos durante las duras situaciones de crisis, que aparte de proporcionar una ayuda inmediata, podamos brindar el apoyo y seguimiento necesario para el fortalecimiento de la resiliencia y el mejoramiento de sus condiciones de vida”.
Nuestra principal motivación es poder compartir espacios de diálogo entre todas las organizaciones públicas y privadas, con suficiente capacidad para incidir en temas de relevancia nacional, velando por el cumplimiento de los derechos ciudadanos, además de llevar a la práctica proyectos que contribuyan a la generación de nuevas políticas públicas que a su vez, sean un vínculo para las diferentes organizaciones sociales, cumpliendo con el anhelo de un resultado positivista en democracia y participación, que no sea solo un cambio en las condiciones materiales, sino que sea una sensación de dignidad para las personas y comunidades vulnerables del país.
Esperamos que, a través de este convenio, conjuntamente con el ente rector de riesgos del Ecuador, podamos coordinar y articular de manera oportuna estrategias y lineamientos de apoyo bajo el principio de subsidiariedad en la respuesta a emergencias, desastres y catástrofes, tomando en cuenta el gran paraguas que manifiesta el imperativo humanitario internacional, los derechos humanos y los derechos humanitarios. Todo ello mediante de la gobernanza del riesgo que ameritan los espacios de coordinación como son los Comités de Operaciones de Emergencia de todo nivel de gobierno, finaliza Yachimba.
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