La colecta nacional Múnera ha promovido y motivado acciones solidarias alrededor de todo el territorio ecuatoriano. Las diócesis de Tulcán, Ibarra y Quito (Zona Norte) no se han quedado atrás. En nuestro programa de radio semanal, La Casa Grande, hablamos con el padre Germán Enríquez, coordinador de la zona y director de Cáritas Tulcán, sobre la difusión, perspectivas y destino de lo recaudado en las tres diócesis.
«Las diferentes parroquias, acompañadas de los párrocos, incentivaron a la población unirse a la campaña. Se utilizó el material del año anterior como son los sobres y se repartió para que la comunidad en la medida de sus posibilidades y en medio de la emergencia sanitaria comparta con la colecta de Múnera, la situación en la frontera es complicada, sin embargo la difusión y socialización se lo ha hecho», destaca el padre Enríquez.
¿Por qué donar?
«Somos hijos de Dios, Él nos ama infinitamente. Todos estamos viviendo diferentes problemas: económicos, sociales, culturales e incluso religiosos, y a pesar de nuestra pobreza queremos donar porque hay más pobres que nosotros que nos necesitan. Tal vez no podremos donar grandes cantidades, pero desde nuestra pobreza queremos dar lo mejor», responde.
Los recursos que se obtuvieron de la colecta de Múnera, en la zona norte, se destinarán para algunas acciones sociales que realiza la Iglesia como: asistencia humanitaria en albergues y comedores, acompañamiento a adultos mayores, a las familias golpeadas por la Covid-19, ayudar con alimentos y medicinas, así como acompañamiento a personas en situación de migración y refugio.
Al finalizar el diálogo, el padre Enríquez nos deja estas palabras: «Cuando uno regala, dona algo, lo que uno recibe es paz, alegría, entusiasmo porque se siente parte de la comunidad, por lo que animamos donde usted viva, se una a su Cáritas Parroquial que está encargada de velar por las familias más vulnerables y ellos mejor que nadie conocen donde se encuentran sus vecinos que requieren ayuda efectiva y afectiva».
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