La situación que vuelve a vivir hoy el pueblo colombiano duele, es triste y sobre todo es repetitiva. Las personas que conocen esa historia colombiana profunda saben que viene de 50 y más años atrás. Entienden que como le pasa a la madre tierra, los dolores de hoy vienen del momento en el cual la especie humana opto por el camino de la violencia, la guerra, el irrespeto y la irracionalidad de modelos de vida anclados en el esclavismo, el capitalismo, el neoliberalismo y la sociedad del mercado y el consumo desaforado, a costa del despilfarro, el arrasamiento y la falta total de hacer realidad aquella frase bíblica sencilla y profunda de «amaos los unos (y las unas) a los otros (y a las otras)».
Quienes hacemos parte de la Red Clamor capítulo Ecuador, nos solidarizamos desde toda la fuerza de nuestro corazón, de nuestra indignación y de nuestra capacidad de protestar con la propuesta, con nuestros hermanos y hermanas en Colombia. Rechazamos enfáticamente la brutal represión y violencia institucional de las que son víctimas las personas que se encuentran en la calle ejerciendo su legítimo derecho a la protesta social en el marco del paro nacional que se vive desde el 28 de mayo del 2021. Reconociendo la desproporcionalidad que existe entre la violencia estatal y la civil, rechazamos igualmente la violencia que algunas personas manifestantes y otras personas infiltradas en las marchas han generado. La violencia no es el camino para encontrar salidas a los históricos problemas, mucho menos lo es la represión.
Nuestra solidaridad y abrazo fraterno a las personas heridas y mutiladas; y a las familias de las personas asesinadas por las fuerzas de seguridad del gobierno. Exigimos la aparición con vida las decenas de personas desaparecidas y la investigación y sanción a los responsables de estas violaciones de derechos humanos. Es lamentable también la muerte de personas que perteneciendo a los estamentos militares y cumpliendo órdenes para reprimir, han encontrado la muerte.
Instamos a las autoridades a construir mecanismos de diálogo y participación de los sectores sociales que se encuentran en las calles en reclamo por sus derechos, garantizando caminos de diálogo y soluciones que como casi siempre, no se queden al calor de apagar la protesta con firmas de acuerdos que años tras años se incumplen. Es necesario volver a insistir en la seguridad e integridad de las/os líderes de la protesta y de defensoras y defensores de derechos humanos, que durante la protesta y después de ella son perseguidos y luego asesinados.
Como organizaciones de Iglesia que integramos la Red Clamor en Ecuador, continuaremos alertas acompañando a nuestros hermanas y hermanos en Colombia, desde nuestro compromiso cristiano de acompañamiento a las poblaciones en Movilidad Humana forzada, en condiciones de refugio o en necesidad de protección internacional. Estas poblaciones hacen parte de la humanidad más vulnerable del planeta. Y como lo hemos expresado en relación a esta población, ahora lo extendemos al pueblo colombiano: «Nada sobre el pueblo colombiano, sin el pueblo colombiano».
Imagen vía RTVE.es.
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