Venezuela se encuentra atrapada en la crisis económica más severa que ha enfrentado cualquier país en la historia reciente. Las perspectivas de recuperación económica son desalentadoras y no existe una voluntad política decisiva para diseñar e implementar un plan económico integral para resolver este problema. Desequilibrios macroeconómicos y graves distorsiones en los precios relativos y el fracaso del sistema ha dejado a la economía en un estado de caos.
Los ciudadanos tuvieron que huir de la situación puesto que colocó en jaque la estabilidad no solo económica, sino también emocional y psicológica, tuvieron que buscar nuevas alternativas que les permitieran vivir a ellos y a su familia.
Magda Arrieta solo es un número más en la cantidad de migrantes que tuvieron que salir a buscar mejores oportunidades, su historia, aunque cargada de dificultades se muestra como un ejemplo de superación y templanza; una señora de 50 años que es capaz de empezar desde cero en un nuevo país, totalmente desconocido. Resiliencia.
Magda Arrieta de 54 años de edad, peluquera de profesión y quien a raíz de los problemas de gobierno en Venezuela migró hacia Colombia hace alrededor de 4 años. Hoy mira expectante su alrededor desde la puerta de su casa ubicada en el asentamiento Villa Martin Camilo, en la ciudad de Maicao.
Tuvo que salir de Venezuela porque se encontraba frente a una realidad que la hacía sentir bastante incómoda y limitada en muchos aspectos. Por ejemplo, argumenta que los obligaban a votar a favor del gobierno con la finalidad de que siguieran recibiendo las ayudas del mismo, teniendo en cuenta que, al contrario, su bajo ingreso económico era causa política.
Aunque Magda se encuentra muy agradecida con Colombia y las personas que la apoyaron, replica lo difícil que fue en su momento separarse de su familia: “Es algo que no quisiera volver a vivir, es más, quisiera que mis hermanos y el resto de mi familia que se encuentra en otros lugares, pudiéramos estar unidos otra vez” manifiesta.
Cuando llegó a Colombia trajo una maleta llena de sueños y algunas herramientas con las que pensaba salir adelante y generar ingresos para poder sustentar a la familia que dejó atrás allá en Venezuela. Lamentablemente fue víctima de robo en medio del camino y tuvo que llegar a trabajar en otras cosas, hasta que pudo ubicarse debajo de un árbol con un espejo y así, poco a poco fue comprando nuevamente sus implementos. A día de hoy, ya puede pagar el alquiler de un lugar para ejercer su profesión.
Ella conoció el Programa EuroPana en una oportunidad en la que la Pastoral Social de Riohacha se hizo presente en una jornada de caracterización, donde fue atendida y priorizada recibiendo atención psicosocial, atención jurídica y ayuda de efectivo multipropósito incondicional. Expresa alto agradecimiento con Pastoral Social, en especial el programa Europana, por brindarle esta oportunidad.
Con el efectivo multipropósito incondicional fue capaz de comprar una lavadora, la cual colocó al servicio de alquiler para la comunidad, lo que hizo que generara más ingresos sumado a su labor como peluquera y logrando así, comprar otra lavadora para utilizarla con la misma finalidad.
Magda se encuentra muy feliz viviendo en Colombia. Dice que le gusta absolutamente todo de este país; cada día se levanta con el sueño de ir creciendo e ir mejorando en muchos aspectos y agradece infinitamente al EuroPana por tenerla en cuenta y darle el empujón que necesitaba para salir adelante.
© Secretariado Pastoral Social Riohacha – Unión Europea – Fotografía Maria Grissell Giraldo.
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