Hidroeléctrica, petróleo y minería, es otro de los temas de la cartilla sobre el cuidado de la Casa Común, que publico la Red Nacional de Pastoral Ecológica, tiene el objetivo de ser un instrumento que permita el diálogo y la sensibilización frente a la problemática del deterioro ambiental.
En diálogo con la Casa Grande, Kleber Santana, de Cáritas Esmeraldas, se refirió a los impactos ambientales que deja la extracción minera, señalo que son de gran magnitud y que las comunidades más afectadas se encuentran en los cantones: Eloy Alfaro y San Lorenzo, que están ubicados en la zona norte de la Provincia.
Los ríos están contaminados por la presencia de metales pesados como: Arsénico, mercurio, aluminio y la alteración en el oxígeno y el PH, pues la presencia de estos metales afecta la biodiversidad de la zona, como son: flora y fauna. También se ha deteriorado la salud de los habitantes y se estima que la minería ha destruido cerca de 15 mil hectáreas de tierra en la provincia de Esmeraldas.
Según estudios realizados por la Universidad Católica de Esmeraldas, determino y evidencio peces con tumores cancerígenos y que la final del día estos peces son consumidos por los pobladores de la zona deteriorando la salud. Así mismo en estas especies acuáticas se ha encontrado, cadmio, plomo, cobre y zinc, enfatiza Kleber Santana.
En un monitoreo que realizo la Universidad Católica junto con el Vicariato Apostólico de Esmeraldas y el ministerio de Ambiente, se habla de metales pesados como: cobre, aluminio, cadmio y hierro que están sobre las normas permitidas en una decena de ríos, donde se tomaron las muestras.
Se ha podido evidenciar ciertas acciones de las autoridades, para erradicar la minería ilegal que no tiene el más mínimo cuidado con la naturaleza, la ecología y con la Casa Común, menciona Kleber Santana. Sin embargo la ineficiente gestión pública no logra concretar la remediación y reparación ambiental a la población afectada por los varios años de contaminación.
En el 2010, los pobladores de la zona norte de Esmeraldas, presentaron unas medidas cautelares para prever la vulneración de los derechos y estas no se cumplen por las autoridades competentes, en el 2018 se ampliaron las medidas dictando que se suspende toda actividad minera en la zona norte de Esmeraldas hasta que se remedie el ambiente y se repare a los pobladores.
«Hasta ahora seguimos esperando y luchando, en el 2019 el proceso del caso paso a la Corte Constitucional, este organismo constitucional tiene que pronunciarse», finaliza Kleber Santana.
«La minería destruye las cuencas de captación de aguas. Para las empresas mineras, el elemento agua, como los minerales son vistos como recursos para explotar y obtener ganancias», (tomado del libro: Las guerras del agua, pg.22).
Imagen vía es.mongabay.com.
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