Con estas palabras, el Papa Francisco, despedía hace unas semanas a los Obispos Venezolanos que lo visitaron en el Vaticano. A modo de envío y luego de haber escuchado – de boca de sus pastores- el dolor de este pueblo, el Papa Francisco, agradecía su resistencia y los exhortaba a «mantener la cercanía con el pueblo, especialmente con los que más sufren».
Este propósito de “acompañar al pueblo que sufre”, fue el que puso en marcha el Proyecto “Puentes de Solidaridad”, apoyado por la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, que hoy nos permite como Iglesia Latinoamericana, encontrarnos y hermanarnos para dar una respuesta al Pueblo de Dios que en Venezuela se ve forzado a vivir la experiencia del éxodo.
Reconocemos las acciones que los Gobiernos de la región han llevado a cabo para atender la creciente llegada de ciudadanos procedentes de Venezuela a los países, así como la protección de derechos que han recibido por parte de diversas organizaciones internacionales, ONGs, iglesias y diversos sectores de la sociedad civil.
Sin embargo nos preocupa el débil enfoque de derechos humanos que orientan las políticas migratorias restringiendo el ingreso y regularización de las personas; el limitado acceso a derechos fundamentales así como, el aumento de las expresiones de violencia y xenofobia. De mantenerse esta situación se incrementa la vulnerabilidad y riesgos de las personas a ser captadas por redes de trata y tráfico.
Frente a esta realidad queremos unirnos a su voz para reclamar su derecho a recibir protección internacional, sin distinción de su estatus migratorio. Queremos incansablemente construir en cada uno de nuestros países puentes de inclusión y justicia. Para esto, damos respuestas solidarias en el diseño de estrategias, proyectos, redes de trabajo a nivel local y regional, que permitan establecer pautas comunes para responder con distintas acciones a las necesidades básicas que presentan estos hermanos: asistencia primaria, promoción de derechos e incidencia.
Hacemos un llamado a la no criminalización de la migración y de las personas en situación de movilidad humana y; a promover políticas que favorezcan la integración.
Nuestra misión es ser una Iglesia samaritana que acoge, protege, promueve e integra; queremos ofrecer una esperanza concreta a las personas que cruzan nuestras fronteras buscando «un cielo nuevo y una nueva tierra».
Atentamente,
- Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes (CEMI) – Argentina
- Pastoral de Movilidad Humana (PMH) – Bolivia
- Serviço Pastoral do Migrantes (SPM – Orgão vinculado a CNBB) – Brasil
- Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) – Chile
- Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana – Colombia
- Pastoral Social Cáritas Ecuador – Ecuador
- Secretaría Ejecutiva Pastoral Movilidad Humana (PMH) – Paraguay
- Pastoral de Movilidad Humana – Perú
1 Comment
Joanna
23/08/2023
Buenas tardes soy madre de 2 niños uno de 8 y uno de 4 , lamentablemente no cuento con un empleo estable, vivo de lo que logro vender a diario, quisiera saber si me pudieran ayudar con al menos los útiles escolares para que ellos puedan asistir a sus clases y desempeñar sus actividades normalmente…. muchas gracias de antemano
Write a comment: