Testimonios de vida de las mujeres del barrio la Revancha de la ciudad de Manta, nos cuentan sus historias, sueños y esperanzas para lograr salir adelante son sus micros emprendimientos. Tras el terremoto del 16ª, la Pastoral Social Cáritas Ecuador, impulso una estrategia de intervención para atender la emergencia en las provincias de Manabí y Esmeraldas.
El pasado 19 de febrero se dio paso al cierre de la primera fase de la estrategia para la atención integral a la población que son uno de los ejes del Plan de Reactivación que se lo hace mediante emprendimientos vinculados con el quehacer previo al terremoto u otros relacionados a los circuitos de economía local. Se está apoyando a 2000 familias para un número igual de emprendimientos. Peluquerías, bazar, papelería, venta de comida, ropa, bisutería, taller de costura y ventas por catálogo, son algunos de los micros emprendimientos que desarrollan los habitantes del barrio La Revancha en la ciudad de Manta de la provincia de Manabí. Aquí sus testimonios:
Sonia Paula Loor
“Para nosotros es muy importante que nos visiten. Después del terremoto se cayeron las paredes de la casa. Ahora tengo un emprendimiento, mi peluquería que gracias a Cáritas Portoviejo, he logrado sacar adelante. Corto el cabello, hago tintes, cepillados, peinados, pinto uñas, extensiones, planchados. Hay ratos buenos y malos como todo negocio, lo importante es tener trabajo.
Gracias a Dios y mis padres tengo la profesión que tengo, me siento muy orgullosa de mi trabajo. Después del terremoto llegue a conocer Cáritas”.
Como mujer uno debe estar orgullosa de serlo porque uno como mujer tiene que valorarse, quererse a una misma”.
Kelvin Ecuador Zambrano
“El deseo que tengo ahorita es salir adelante con mi negocio, con la venta de morocho. Hasta ahora me va súper bien, este emprendimiento es de mi mamá, cuando ella no puede venir lo hago yo, y así nos ayudamos mutuamente”.
Blanca Mieles
“Tras el terremoto mi casa se dañó, perdí todo. Luego del crédito empecé con una mesita con unos cuantos cuadernos, unos lápices y ahora con el otro crédito que nos dieron compré lo que son vitrinas, Avon, botellas de agua, y así más o menos estoy empezando de nuevo con este pequeño negocio de bazar y papelería. El micro emprendimiento ayuda bastante para cancelar el mismo crédito, para mi hijo en la escuela y para el diario vivir. El crédito que nos dieron fue de $500 y de ahí pagábamos $55 mensuales por 10 meses y después nos subieron a $550 y ahora pagamos 60 mensuales. Ya estoy por culminar de pagar el crédito y me falta cuatro letras, y saliendo de todo, acabar de pagar ya me queda para mí.
Lo del micro emprendimiento me entere por una amiga, al principio no conocía, una amiga llego y dijo que si quería formar para de estos emprendimiento, sí fue como me involucre. Hay personas que tienen hijos pequeños que los tienen que dejar y con la ayuda que nos ofrece Cáritas podemos trabajar y podemos estar al pendiente de nuestros hijos.
Hemos aprendido bastante entre nosotras, a solidarizarnos entre nosotras mismas, porque muchas veces hay personas que te excluyen; en cambio caca no, entre nosotras mismas nos ayudamos. Si nosotras vemos que una familia necesita, nosotras ahí estamos apoyándola, existe la solidaridad y unión del grupo”.
María Fernández
“Muy agradecida por la visita, mi trabajo es confeccionar sábanas, compro la tela y salgo a distribuir en la comunidad. Gracias a Dios me va bien, aunque cuando pasamos el percance del terremoto me quede desfinanciada, me quede sin capital, perdí mi casa.
Gracias a Dios me hablaron del micro emprendimiento y empecé a conocer de Cáritas que ha sido beneficioso para mí y mis compañeras, estamos logrando muchas cosas, hay tiempo flojos como se dice pero también hay momentos buenos”.
María Yoza, Promotora responsable del grupo de Mujeres de la Revancha
“La verdad, me siento muy bien tanto como beneficiada y como la persona que ha estado apoyando a las demás señoras, porque he visto la evolución de cada una de ellas en su negocio, van creciendo y demostrando que la ayuda que se les ha dado con el micro emprendimiento, han invertido en algo productivo que están dando buen uso y se siente bonito, una satisfacción que creo ni todo el dinero del mundo lo pagaría, es lindo tratar de ayudar de esa manera.
Hoy en día ellas ya saben llevar su propio registro del negocio, saben cuánto invierten, cuanto queda de ganancia, ya saben manejar su negocio y eso es fundamental, tuvimos capacitaciones y ahora todas tienen el conocimiento de llevar el control de su negocio”.
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