Han trascurrido dieciséis meses desde que el Papa Francisco, lanzó la Encíclica Laudato Sí, documento que hace un llamado urgente de proteger la Casa Común y la preocupación de unir a toda la familia humana.
Para conocer un poco más sobre el papel que está jugando la iglesia frente a esta convocatoria que hace el Santo Padre, la Pastoral social Caritas Ecuador, tuvo la oportunidad de entrevistar a Monseñor Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo Metropolitano de Huancayo y Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
Monseñor, ¿Han transcurrido 16 meses desde que el Papa Francisco lanzó la Encíclica Laudato Si, que ha pasado con la iglesia, como ha recibido este mandato?
Bueno, este mandato del Papa Francisco, tenía muchas expectativas. Varios meses antes ya se sabía que estaba escribiendo, es algo que la iglesia asume como propio desde el evangelio, es una orientación social.
Yo podría decir, en primer lugar que los científicos ni hablan ni tampoco dicen nada, como que han aceptado como un hecho real el cambio climático y este es irreversible.
Habido mucho entusiasmo, habido talleres, reflexiones, seminarios sobre la Laudato Si, universidades, parroquias, jurisdicciones eclesiásticas, conferencias episcopales, habido eso si una difusión, pero la encíclica nos habla de un diálogo acción y ahí es el problema.
¿Y ese diálogo acción todavía no se está dando?
No se está dando. También el Papa dijo en la Encíclica que era la posición de la iglesia católica frente a la COP 21, que se realizó en Paris, algo tuvo de incidencia pero yo creo que hay conciencia de que esta encíclica está marcando un antes y un después pero todavía nos falta mucho. Yo espero que en la COP 22, los presidentes de los países más avanzados como: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, puedan tomar decisiones mucho más significativas en orden a poder mantener estos grados de calentamiento global que necesita la humanidad.
¿Talvez es muy poco tiempo para que se pueda hablar de cambios y que la iglesia de sus aportes?
Sí. Yo creo que esta es más bien la visión del proceso eclesial, llevamos 21 siglos desde la venida de Jesús y mire como estamos. Para la iglesia y para Dios dos mil años de su presencia es un ayer que paso dice el salmista, pero no podemos esperar más. Hay una urgencia de responder de una manera global a un problema global, ahí yo diría que está la clave, porque en el número 160 de la Laudato Si, el papa nos hace una pregunta y una pregunta que el mismo dice tenemos que responderla no solo con palabras sino con acción, que tipo de mundo queremos dejar a las generaciones futuras y a, los niños que están creciendo. Por tanto el Papa nos está diciendo ¡ya! comencemos de una manera corporativa y solidaria a los graves problemas ambientales que vivimos en el mundo.
¿Los momentos para empezar esos cambios están lejanos o cercanos?
Bueno, yo diría desde el punto de vista de la iglesia abrigo la esperanza que todavía podamos hacer una mayor incidencia, pero hablando por ejemplo de mi país el Perú hay nuevo gobierno, pero el nuevo gobierno ya lanzo de que va a reoperativizar una fundición polimetálica que desde el año 1922 estaba operando hasta el 2012 con una contaminación muy grande y que es una de las ciudades más contaminadas del mundo, me refiero a la Oroya que es una ciudad que está en mi Arquidiócesis de Huancayo. Entonces que venga el presidente por cuestiones políticas, económicas a decir que va a reactivar, como va reactivar si hay pasivos ambientales de 90 años de trabajo como 9 centímetros de partículas de plomo que todavía están ahí en los cerros, también hay derrames de petróleo en el oleoducto nor-peruano, es decir todavía seguimos con lo mismo. Es verdad que la iglesia no tiene una postura tajante frente a la minería, pero si pone condiciones muy claras donde la persona humana está en el centro de la economía no la economía por encima de las personas humanas.
¿En Centro América existen también algunos casos de extractivismo y que se ha constituido en una lucha muy fuerte?
En centro américa se está dando, es decir este sistema extractivista donde los “dueños del dinero” se creen propietarios ilimitados de los recursos naturales y esto va contra la esencia de la doctrina social de la iglesia donde dice que los recursos naturales es un bien de todos y para todos, en fin tenemos que trabajar como el Papa Francisco lo está pidiendo.
Ahora Mons. ¿Cuáles son esos desafíos del Papa Francisco y la misión que tienen la iglesia en Latinoamérica?
Yo creo que el Papa Francisco como latinoamericano nos está señalando una urgencia: primero de los pobres, de los excluidos, otra urgencia que nos señala el papa para América Latina es la paz y el diálogo social, esos serían los dos problemas más urgentes que el mismo Papa en el Evangelii Gaudium en el capítulo 5 señala como algo urgente para la evangelización, ósea la pobreza, la pobreza entendida como marginación, pobreza extrema que podríamos decir miseria en que viven tanos hermanos nuestros. El papa Francisco siempre cuando estuvo en Brasil y en otros países siempre está en contacto con aquellos que están en el límite. Su primer viaje fuera de Roma fue a Lampedusa donde pudo constatar la cruz y el sufrimiento de los migrantes y de muchos que se ahogan. Y cuando fue al Brasil fue a las favelas, ósea es dejarse impactar por el sufrimiento y la pobreza.
Ecuador se a apresta a vivir un momento electoral, el próximo años irá a las urnas y elegiremos a un nuevo presidente. ¿Qué temas deberán en cuenta los diferentes candidatos a la presidencia de la república?
Es una pregunta complicada, porque nosotros en el Perú acabamos de pasar por un proceso electoral. Lo primeo es entender que es política, la política en sentido estricto es de todos, todos somos seres políticos, porque la política es la búsqueda del bien común de todos. Si partimos de este principio los políticos que tienen un grupo político que quieren acceder al gobierno tienen que tener muy claro cuál es el deseo de su pueblo, no de aquellos que forman su partido político, porque el gobernante es de todos y es para todos.
Entonces lo primero que hay que hacer es escuchar, la formación política no es solamente estudiar sociología, antropología, historia, economía, caculos políticos, es escuchar cual es la urgencia mayor que tiene una población una sociedad.
Las fronteras son fronteras geográficas pero no son fronteras que limitan el aire, el agua, etc. La naturaleza nos está hablando de que no tenemos frontera y si el mundo está sufriendo las consecuencias de la irresponsabilidad de la persona humana, esa crisis ecológica que en el capítulo tercero explica muy bien el papa Francisco: el calentamiento global es causado por el hombre, Dios no lo quiere, esa es una explotación irracional de los recursos naturales, entonces no podemos ver la política de tal país, tienen que haber una política conjunta de todo el mundo, por esta afirmación que hace el papa que todo está conectado en el mundo. Estamos viviendo en el universo: uní es uno y verso camino, todos estamos en un solo camino, universal vienen de eso, entonces primero tenemos que escuchar a la humanidad. Cual es problema hoy en el mundo y el papa responde: el cuidado de nuestra casa común.
Finalmente monseñor ¿todavía estamos a tiempo?
Yo estoy convencido que sí, el mensaje de esperanza que da el santo padre en la Laudato Si, en sus continuos encuentros que tiene con la gente marca la esperanza. No podemos desentendernos de la realidad de la humanidad y de la naturaleza.
Hay una razón que da el papa francisco con mucha frecuencia dios no nos abandona, dios se hizo cultura se hizo tierra, se encarnó entre nosotros y esta encarnado en Jesús con su muerte y resurrección nos da esperanza.
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