Las acciones de ayuda por parte de la Iglesia para acompañar a las familias afectadas por el terremoto no se detiene, esta sigue firme en las provincias afectadas como son: Manabí, Esmeraldas y la ciudad de Babahoyo.
Esta labor se enmarca en el proyecto de emergencia nacional que la Pastoral Social Cáritas Ecuador, está trabajando: dar asistencia psicológica, humanitaria y emprendimiento de huertos familiares, así da cuenta Jhon Lozano que se encuentra al frente del proyecto de emergencia desde la Diócesis de Babahoyo.
“La primera tarea que se hizo fue levantar la información de las personas que fueron damnificadas la misma que concluyo con éxito. Luego se procedió a entregar los kits de alimentos e higiene. Se ha llamado persona a persona para que retiren sus kits estos se van a entregar trimestralmente, el proyecto tiene la duración de un año.
Las personas han sido escogidas acorde a la situación en la que están viviendo en la actualidad, las que perdieron sus viviendas o han tenido daños parciales, primeramente nos hemos enfocado en las personas que han tenido la devastación de su hogar de manera total. Posterior a eso el segundo punto son los talleres psico-sociales y los de desarrollo espiritual que se los ejerce mediante un cronograma los días martes y jueves”.
A la pregunta de cuantas familias fueron las afectadas, Jhon Lozano, menciona “las familias afectadas supera el número establecido del proyecto, el proyecto nos dio para ayudar una cantidad de 100 familias pero lastimosamente en nuestra provincia hay más de cien familias, pero de igual manera se está ayudando con raciones que se han recogido de manera extraoficial, a parte de las 100 familias escogidas se ha hecho el esfuerzo de armar otros kits para las familias que no participan del proyecto directamente.
De igual manera les hemos dicho a las familias que pueden participar de los huertos familiares que es una forma de abrirles el entendimiento, formarlos y devolverles esa voluntad que tienen y el deseo de trabajar en alguna actividad. Al momento hemos empezado con el tema de los semilleros, estamos orientando a través de los voluntarios y las personas que colaboran en el proyecto con la elaboración de las cajas, humus y bioles para posteriormente adquirir las semillas y podamos empezar con el emprendimiento de los huertos familiares.
Para trabajar en el aspecto psicosocial, nos hemos capacitado con el área de formación de la Pastoral Social Cáritas Ecuador, en temas como: identidad, crecimiento personal, manejo de conflictos y heridas personales para que la población recobre el espíritu y siga adelante, dice Jhon Lozano quien destaca que todavía persiste en la población los estragos del terremoto, se acuerdan y comienzan a revelar sentimientos de penuria o de molestia por las pérdidas que han sufrido. Sin embargo nosotros seguimos insertando motivaciones en las familias para que continúen con las capacitaciones en los talleres en desarrollo psicosocial, espiritual, emprendimiento, manualidades y costura.
En estos momentos estamos realizando los planes de negocios que es un punto clave del proyecto que les va ayudar mucho a las familias a reactivar su situación económica, por ejemplo si han tenido una actividad económica antes del terremoto o si no lo han tenido, el proyecto les da la potestad de volverlas a reactivar o empezar con alguna actividad económica. Este proyecto se replica también en Manabí y Esmeraldas”.
Al finalizar el diálogo con Jhon Lozano, el deja un mensaje: “que haya mucha solidaridad porque no se sabe si algún día nos toca a nosotros padecer estos estragos de la vida, sigan ayudando a esta personas para aliviar parte de la tristeza, sigamos apoyando y piensen que somos hermanos”.
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