En la provincia de Zamora Chinchipe, al suroriente amazónico y en el cantón El Pangui, está ubicada la parroquia de Tundayme, habitada por la cultura Shuar. Las familias de esta parroquia fueron expulsadas de su territorio con el fin de entregarlo al Proyecto Minero “Mirador” Ecuacorriente S.A. (ECSA), empresa extractiva de origen chino. Al quedar sin tierra, las familias de Tundayme viven una situación grave.
En el año 2012 el Estado firmó con ECSA el primer contrato para que funcione la explotación minera a gran escala, con una duración de 30 años. Es importante resaltar que, al firmar este contrato, se violó la Constitución de la República, pues no se realizó la consulta previa e informada a la comunidad afectada.
En este momento, las familias desalojadas de su territorio en Tundayme (que no han sido ni reubicadas ni indemnizadas, como dice el Gobierno) no tienen tierra para trabajar; se encuentran refugiadas en las casas de familiares o vecinos comuneros que solidariamente los han acogido. Al no tener la tierra, no tienen trabajo y no hay sustento económico para ellas y ellos.
Ante esta realidad, las familias afectadas han decidido movilizarse. Han enviado una comisión a Quito para dialogar directamente con las autoridades, visibilizar el problema y sensibilizar a la opinión pública, buscando su solidaridad. Así mismo, han enviado comunicados y cartas al Gobierno y a los medios de comunicación para que este caso sea conocido.
Los comuneros de Tundayme piden la inmediata salida de la empresa minera de su territorio. La minería ha intentado penetrar los territorios shuar desde hace más de 20 años, y en este tiempo no ha dejado más que problemas sociales y ambientales que se agudizan cada vez más.
Zobeida Gudiño Mena, asambleísta por Zamora Chinchipe, visitó la comunidad y, mediante un comunicado de prensa emitido el 6 de noviembre, manifestó su solidaridad con las familias de Tundayme. En este comunicado acusa directamente al Gobierno ecuatoriano de ser el responsable del desalojo territorial y también de permitir que la empresa minera ECSA, el 12 de mayo del 2014, ingresara a San Marcos, respaldada “… por centenares de efectivos de la policía nacional para destruir la iglesia en honor a su Patrono y la Escuela “3 de Noviembre”, patrimonio de la comunidad, construida mediante minga desde 1983”.
El su comunicado de prensa, la asambleísta Zobeida también denuncia los hechos ocurridos el 30 de septiembre de este año, en los que los guardias de seguridad de ECSA, respaldados por 135 efectivos de la Policía Nacional, dieron 5 minutos a los comuneros para abandonar sus viviendas, sin presentar una notificación legal de desalojo ni la orden del Juez para este efecto; los efectivos de seguridad sólo expresaron que “… cumplían órdenes superiores”.
Al negarse a abandonar sus casas y tierras y, por la fuerza, las autoridades públicas y privadas procedieron al desalojo, tratando violentamente a los comuneros, destruyendo sus casas y enterrando los escombros para borrar evidencias.
La comisión que nombró la comunidad para venir a Quito y denunciar estos hechos ante la Asamblea nacional aún no a sido recibida. En el comunicado de prensa de la Asambleísta por Zamora Chinchie se detallan más acontecimientos ilegales y también se enumeran las acciones que la comunidad de Tundayme, con el respaldo de la CASCOMI, seguirán llevando a cabo; entre estas acciones, se resalta el pedido urgente que hacen los comuneros para que intervenga la CONAIE y otros organismos relacionados con los Derechos Humanos y los de la Naturaleza.
Los Shuar de Tundayme necesitan urgentemente nuestro apoyo, tanto político como material. Ya no hay comida y requieren de nuestra solidaridad para tener alimentos, vituallas y ropa. Si quieres solidarizarte con la comunidad de Tundayme, te damos aquí varias alternativas: [email protected], [email protected] / 0967415485 / 0996028074.
En esta dirección podrás leer la carta que envía el presidente de CASCOMi, Luis Sánchez, al presidente Correa, buscando su intervención directa en favor de las familias afectadas en Tundayme por la empresa Ecuacorrientes S.A. (ECSA).
Imagen: corape.org
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