El misionero Dominico Álvaro Valladares, acompañado de 9 indígenas, fundó la actual ciudad de Puyo en mayo de 1899, construyendo tres chozas grandes, colocando una cruz de madera y celebrando la Sagrada Eucaristía. Encomendada a la Santísima Virgen, la ciudad recibió el nombre de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya de Puyo. Más de 115 años después, conozcamos cómo se desarrolla la Pastoral Social del Vicariato Apostólico del Puyo.
Livia Jara es la Secretaria de la Pastoral Social de Puyo y ella se encarga de coordinar todas las actividades de las Cáritas Parroquiales; son 9 las Parroquias en las que ya funciona la Cáritas Parroquial. Livia es cuencana, pero se siente feliz en el Oriente; ya lleva casi dos años en Puyo y es ella quien nos cuenta del caminar Pastoral de su Vicariato.
Livia siente gran entusiasmo por lo que se ha logrado en las Cáritas Parroquiales, pues considera que están funcionando muy bien. Reciben un fuerte apoyo por parte del Vicariato, especialmente del Sr. Obispo, Mons. Rafael Cob García, para todo lo que tiene que ver con formación y programación.
La formación de las Cáritas Parroquiales del Vicariato sigue los lineamientos del Desarrollo Humano Integral y Solidario (DHIS). Son más de 60 las personas voluntarias, en su mayoría mujeres, pero Livia hace hincapié en la gran participación juvenil que se evidencia en las Cáritas Parroquiales.
El trabajo de las Cáritas Parroquiales se centra en brindar asistencia a personas enfermas y a adultas/os mayores. Los comedores comunitarios y las canastas alimentarias ayudan a mitigar la pobreza de las y los beneficiados. El trabajo está lleno de ese entusiasmo particular que pone la gente joven cuando de ayudar al prójimo se trata.
La Hna. María Alves, de nacionalidad brasileña, está a cargo de la Pastoral de la Mujer. Son ya más de dos años que lleva la Hna. María al frente de 9 grupos de mujeres –cada uno conformado por un colectivo de 10 a 20 mujeres– que reciben constante capacitación profesional y espiritual.
Ellas reciben cursos especializados en corte y confección, conocimiento que les permite elaborar bellas artesanías textiles y finos tejidos que mejoran sus ingresos. En un ambiente de camaradería, este nutrido grupo de mujeres también aporta fuertemente a la vida diaria de las parroquias a las que pertenecen.
Al estar ubicada en el Oriente ecuatoriano, la Vicaría de Puyo asume el enfoque ecoteológico como un eje transversal presente en todas las áreas de trabajo y en todos los programas y proyectos que ejecuta la Pastoral Social de Puyo.
Es así como se han venido desarrollando diferentes proyectos comunitarios de productividad agrícola integral, con abonos orgánicos y control de plagas natural. En las comunidades que viven en el interior de la selva –pertenecientes a las culturas Shuar, Ashuar y Quichiase– se dictan permanentemente talleres agroecológicos y de comercio justo, que beneficien a quienes producen y también a quienes consumen, eliminando intermediarios que encarecen los productos generados al interior de la selva.
También se celebran ferias agropecuarias para intercambiar experiencias exitosas. Una aspiración en el campo productivo agrícola es recuperar la buena costumbre de realizar trueques de productos agrícolas. Otro elemento importante de la agricultura practicada por las comunidades que reciben capacitación y seguimiento de Cáritas Puyo es el de rotar la producción, cultivando diferentes productos con el fin de que la tierra no pierda su riqueza y se agote el suelo.
En el Vicariato de Puyo ya se evaluó el trabajo realizado durante este año, y la satisfacción es común entre quienes conforman el grupo Pastoral. Además, la evaluación efectuada ha permitido reprogramar actividades para el año venidero. Para el próximo año, la Pastoral Social Cáritas de Puyo quiere fortalecer la capacitación de sus voluntarias/os siguiendo el lineamiento del Desarrollo Humano Integral y Solidario (DHIS), una prioridad que se mantendrá indefinidamente, dado el poder transformador que tiene el DHIS.
En cuanto a la Pastoral de la Mujer, Puyo quiere ampliar su red y que sean muchas más las mujeres que se unan bajo el influjo de esta Pastoral. Precisamente ayer 25 se llevó a cabo una marcha contra el maltrato a la mujer (el 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer). Empleando la experiencia del año anterior, la Pastoral de la Mujer de Puyo organizó esta marcha con dos meses de anticipación, y a ella asistieron prácticamente todas las escuelas y colegios de la ciudad.
Cada vez hay más consciencia entre jóvenes y adultos sobre la necesidad de erradicar cualquier tipo de violencia contra la mujer. Las diferentes maratones organizadas en defensa de la dignidad de la mujer convocaron a muchos jóvenes y, marchando en red, se hicieron sentir en toda la comunidad de Pastaza.
Livia quiere agradecer el apoyo recibido por Mons. Rafael Cob García: “Él es un buen Pastor. Su ejemplo nos mueve: no importa que llueva o truene, Monseñor Cob come yuca y toma chicha, se pone las botas y el poncho y se monta en la canoa para visitar comunidades al interior de nuestra selva».
«Monseñor también apoya mucho todo lo que hacen las Cáritas Parroquiales y valora sus aportes. Monseñor se preocupa mucho por los pobres, por esta razón motiva al Equipo de Pastoral para que siga sembrando amor y caridad. Es él quien nos impulsa a trabajar con apertura, en forma dinámica y creativa. Tengo la seguridad de que saldremos adelante” afirma Livia con alegría y convicción.
Felicitaciones para el voluntariado y la dirigencia de la Vicaría de Puyo. Muchas gracias a Livia, a la Hna. María Alves, a la Hna. Fabiola Guamán y, muy especialmente, nuestra gratitud y aliento a Mons. Cob, pues su ejemplo y su apoyo han sido de mucho valor. Que el Señor continúe asistiendo las labores de buena voluntad que se adelantan en el Puyo. Una feliz navidad y un buen nuevo año para todas y todos los que conforman la Pastoral Social Cáritas Puyo.
Imagen: www.anaexploradora.com
1 Comment
Alberto Diez
24/12/2015
Buenos días a todos. Me alegra mucho saber que la Pastoral Social de Puyo sigue funcionando, con esfuerzos e ilusiones que se renuevan y que aspiran a dar más. Echo en falta en el análisis el gran impulso que se dio en esa experiencia de fraternidad que fue desplazar dos trabajadores de Cáritas Valladolid a Puyo, como Carlos San Segundo y mi persona. Con toda la humildad evangélica hay que reconocer que eso supuso arrancar, poner en marcha y dejar en funcionamiento toda una pastoral social con sus programas correspondientes. Además hubo muchos amigos y voluntarios que dejaron allí su esfuerzo y su semilla para que el Reino en aquella querida zona sea más realidad. Un saludo.
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