Esta Parroquia, con su bella Iglesia, es una de las más antiguas del país. Su construcción se remonta a mediados del siglo XVI y fue regentada por la Comunidad Franciscana hasta 1875 para luego ser asumida por la Arquidiócesis de Cuenca. «La Posada», fundada por el P. Alfonso Terán cuando era Párroco en el año de 1969, es el logro más generoso que la Parroquia ofrece a quienes no tienen techo, pan y amor.
La iglesia de San Francisco de Cuenca es reconocida por su belleza. Sus imágenes y púlpito son antiguos y preciosos, pero es el retablo conocido como “El descendimiento” el que genera más admiración. Todo brilla en pan de oro, formando un precioso conjunto. En este contexto, la Cáritas Parroquial desarrolla su trabajo generoso.
La Parroquia de San Francisco está ubicada en pleno casco colonial de Cuenca y, a principios de la Colonia, era el lugar de trabajo de la gente del mercado y de estibadores que dormían en el portal de la iglesia o en la vereda, a la intemperie, a merced de la lluvia y el frío. Esta fue la razón por la que el P. Alfonso decidió fundar «La Posada» para darles un lugar digno en dónde dormir; al poco tiempo, este albergue comenzó a dar alimentación a quienes lo ocupan.
El Párroco actual, Rigoberto Jara, hace una interesante reflexión: “La Iglesia, en general, tiene su obra social, pero muchas veces lo hace informalmente. Nosotros, gracias a Dios, hemos podido institucionalizar «La Posada» y, por casi 40 años, hemos logrado acercarnos a lo que la Iglesia siempre ha pedido: no olvidarse de los pobres. Esta es la bendición que nos ha dado Dios”.
“Es muy significativo que nuestra Parroquia haya optado por los pobres, decisión que se concreta en «La Posada». En nuestra Parroquia todo puede acabarse o cerrarse menos la Eucaristía, el amor a la Virgen María y «La Posada». Esta es una convicción nuestra y por eso trabajamos constantemente en mejorarla; por eso la queremos y buscamos los fondos necesarios para que funcione bien. Mientras haya una sola persona que necesite albergarse en ella, «La Posada» no se cerrará. Queremos dar dignidad y mientras haya personas necesitadas, «La Posada» perdurará. Los parroquianos son conscientes del bien que genera este servicio y por esta razón defienden «La Posada» como una forma de ver a Jesús en el más pobre”.
Para el 1er. Concurso de Cáritas Parroquial “Cuéntanos tu experiencia”, la Cáritas de San Francisco de Cuenca nos envió el testimonio de un posante beneficiario que vive en «La Posada» desde hace cuatro años. “Aquí he encontrado buenas amistades, me siento como en mi casa, vivo la hermandad, siento que estoy con mi familia. En «La Posada» también he aprendido muchas cosas buenas, como por ejemplo, que tenemos un Padre en el cielo y cómo vivir cristianamente. Aquí todo está limpio, elegante, parece como el palacio de gobierno”; esto cuenta esta persona mayor, que se gana la vida vendiendo helados y a quien le han puesto el remoquete de “Bonice” –la marca del helado que vende–, apodo que él ha aceptado con cariño. “Bonice” insiste en que durante los cuatro años que ha vivido en La Posada no ha tenido problemas con nadie –todo lo contrario, ha encontrado buenas amigas y amigos– y que le encanta la comida que preparan.
Otro de los testimonios lo da una persona, también mayor, quien recuerda con emoción la celebración anual del Día del Padre. Él vive desde el 2009 en «La Posada» y dice que el lugar ha cambiado mucho, que está “muy mejorada”. Este posante concuerda con “Bonice”, expresando que en la Cáritas ha aprendido mucho con los cursos de computación, albañilería y electricidad. El posante agradece al Párroco, a “… la señorita licenciada y a todas las personas generosas que colaboran con los gastos de ‘La Posada’”.
Desde Cáritas Parroquiales y Cáritas Comunicación hacemos llegar nuestra felicitación a todo el equipo de Cáritas Parroquial: al P. Rigoberto Jara, a la Lcda. Sandra Celdo, a la Sra. Patricia Rosero, al Ing. Digo Cajamarca, a la Abg. Particia Celdo, a la Lcda. María Luisa Romero, al Lcdo. Milton Chiqui, y a la Lcda. Elena Celdo, quienes han logrado dar albergue generoso y amor sincero a aquellas/os que poco o nada tienen. Seguros de que «La Posada» y el grupo que la sostiene van a tener larga vida, desde ya los esperamos para el II Concurso de Cáritas Parroquiales. Gracias por compartir su testimonio, hermanas y hermanos de San Francisco de Cuenca.
Imagen: panoramio.com
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