La parroquia de Guadalupe se encuentra en la provincia de Zamora-Chinchipe, en plena Amazonía ecuatoriana. Desde tan remoto lugar nos hicieron llegar el testimonio de su accionar para nuestro Primer Concurso de Cáritas Parroquiales, contándonos qué hacen allí, en pleno trabajo voluntario. El P. Jorge Nigsh es el párroco, y recibe la ayuda de las Hermanas de la Comunidad de las Terecitas.
La capacidad de diligencia del grupo voluntario y la generosidad de sus fieles fue puesta a prueba con la Campaña de Solidaridad en favor de Nepal. Nos cuenta la Hna. Julia Marín, misionara: “Hicimos 130 tamales, muy ricos, y se vendieron toditos. También preparamos un arroz relleno, y no quedó nada; todo lo recaudado se destinó a ayudar a los damnificados de este país”. Con el mismo fin de ayudar a Nepal, se prepararon serenatas, a US$ 5,oo y las familias respondieron con alegría y solidaridad, “comprando” las serenatas.
El trabajo misionero, para la Hna. Alegría Ríos, “… consiste en sensibilizar a la gente con el dolor humano, pedir colaboración y esperar recibir” Así lo hizo José Poma, participante en la Maratón Solidaria que organizó la Cáritas Parroquial de Guadalupe: “Es bueno ver que todos colaboremos y poder ayudar a otros países que han sufrido desgracias”.
Patricia Carrión lleva ya doce años en el grupo de Cáritas Guadalupe. “Me mueve La angustia y el dolor humano de los necesitados, sobre todo en casos emergentes. Ahí está la ayuda. Para la Jornada Mundial del Enfermo, hicimos un programa religioso cultural para visitar a los enfermos de la Parroquia y de otros barrios rurales: les llevamos canciones, poesía, danza, refrigerio, todo esto con gestos muy humanos. Nos sentimos llamadas y envidas por Dios para trabajar en favor de las personas enfermas”.
“He visto y sentido que todavía hay personas que, a pesar de ser pobres, les gusta ayudar y dar su mano amiga a quienes necesitan solidaridad. También se ven las sombras que reflejan el egoísmo de unos cuantos; también hay gente que ni hace ni deja trabajar. Pero insistimos, pidiéndole a la gente de buen corazón que nos ayuden a ayudar, que hoy es por él o ella y mañana por nosotros”, narra Patricia.
Cáritas Parroquial de Guadalupe ayudó al Sr. Santiago Zaninba, a quien hubo que amputarle la pierna a causa de un accidente. Cáritas entiende la necesidad de las personas, pero no puede atenderlas a todas. Por esta razón promueve actitudes de solidaridad ante instituciones públicas o privadas, o a personas generosas que saben que la Cáritas ayuda a los más excluidos.
El Dr. Alan Fuentes es voluntario de Cáritas; él nos cuenta sobre las mingas que hicieron para moler el maíz de los tamales y hacer las empanadas. También organizaron maratones con la Reina, y se dieron el trabajo de inventar consignas para que la gente ayude. El Dr. Alan recuerda el caso de una niña que nació con un tumor en la nariz. Al llevarla a Loja, los médicos dijeron que era urgente su operación. Consiguieron fondos para enviarla en avión a Quito y operarla. Trabajando como hormigas recogieron más de US$ 700.oo para los gastos. Hoy, la niña está en la escuela, siguiendo un tratamiento que debe continuar por un año más.
Al preguntarle al Dr. Fuentes sobre cómo motivar al pueblo para que dé una ayuda oportuna y eficaz, el Dr. respondió: “Para concientizar hoy a la gente hay que motivar bastante sobre este particular: hacer que el pueblo tome conciencia del compartir, del servicio oportuno y eficaz a las personas que requieren de nuestra ayuda solidaria. Se debe empezar desde la niñez, educar para el servicio humanitario, que la ayuda es tarea de todas y todos, y para toda la vida, en el campo y en la ciudad. Todos necesitamos de ayuda en el tiempo oportuno y hay que empezar desde ya, desde hoy mismo”.
El grupo voluntario agradecer a las personas de buena voluntad que ayudan a ayudar al grupo de Cáritas Parroquial de Guadalupe. Sobre todo en casos de emergencia, como el de Nepal. Piden que se promueva el sentido de la solidaridad dentro de los grupos juveniles, en la catequesis y en las escuelas y colegios para ayudar a nuestros hermanos que sufren necesidades.
Felicitaciones a todas las hermanas y hermanos que trabajan en Cáritas Guadalupe. Gracias por concursar. Nosotros nos quedamos con una imagen global de lo que es la solidaridad: desde el corazón de la Amazonía, la generosidad de esta gente va al encuentro de otros seres humanos, en la lejana y necesitada Nepal, a más de 16.500 kilómetros de distancia. El amor al prójimo supera estas barreras; la caricia de la Iglesia llega a quienes la necesitan. Gracias por el ejemplo, voluntariado de Cáritas Guadalupe.
#CáritasParroquiales
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