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Te recibe un Ecuador lleno de dificultades, posibilidades, esperanzas y retos. Nuestra pequeña nación es una síntesis de América Latina, con sus particularidades importantes. Compartimos con nuestra Región una historia común, con una cultura muy similar. Compartimos también la riqueza natural, la colonización de sus recursos, la desigualdad económica que causa pobreza y marginación.  

Nos une a América Latina la corrupción política y social, la destrucción ambiental, el hedonismo, el consumismo. También nos iguala a la Región la indiferencia por el prójimo, la cultura del descarte, el “rapidizmo”, el arribismo, la aculturación y el estrés. Hay violencia, delincuencia, pesimismo, suicidios y malestar mental. La ciudad agobia. No hay paraíso.

Y, sin embargo, somos un territorio rico. Dios nos ha bendecido con una inmensa biodiversidad, pisos climáticos variados, tierras fértiles en sus cuatro regiones, recursos naturales que debemos cuidar, en fin, nuestro territorio sí es un paraíso. Falla la parte humana, amigo Francisco.

Estamos abriendo los ojos. Tu Carta encíclica Alabado seas nos da claridad. Tu Carta nos pide un cambio personal, comunitario y gubernamental. Debemos cambiar nuestro estilo de vida. Es nuestra obligación y derecho custodiar la Pan Amazonía para beneficio de toda la humanidad actual y de las futuras generaciones.

Comprendemos que hay otros modelos de desarrollo, y que este modelo económico no ha sido exitoso, menos aún, justo. El actual modelo está destruyendo el planeta, y está descartando a los miles de millones de pobres que lo habitan. Es hora de que veamos en el pobre el rostro de Jesús, y mediante la alegría del Evangelio iremos construyendo el Reino de Dios.

Tú, amigo Francisco, nos pides abrir un diálogo que genere una conversión ecológica. También nos pides abrir nuestros corazones a la generosidad y dejar el egoísmo para combatir la desigualdad, el hambre, la pobreza y la exclusión indigna. Ese es nuestro reto, y tenemos la seguridad de que tu venida contribuye a superar estos desafíos espirituales y culturales que nos corresponde enfrentar como nación.

Tú nos has dado en estos dos años ejemplo de diálogo. También has sido digno de imitar en la sencillez, en la apertura a la tecnología, en la simpatía y el optimismo, en la oración sencilla, en la acción constante. Los valores que practicas son referentes para quienes seguimos a Jesús. Tú nos ayudas a conocerlo mejor y llegar a amarlo desde lo simple, desde el corazón. Eres buen pastor, amigo Francisco.

Cáritas Ecuador te recibe con sus Pastorales, Programas, Proyectos y Departamentos; vamos a tu encuentro con nuestras fortalezas y debilidades. Te damos la bienvenida con nuestra esperanza renovada. Te acogemos, acompañando a nuestro pueblo –sobre todo a los menos favorecidos–.

Aquí estamos, somos la Pastoral Social Cáritas Ecuador, intentando ser Iglesia en salida, con nuestra presencia en las Cáritas Parroquiales, en las Pastorales de Mujer, Salud, Movilidad Humana, Ecoteololgía, creciendo en un desarrollo humano integral y solidario.

Cáritas promueve una economía popular y solidaria y una soberanía alimentaria, siguiendo los lineamientos de la Doctrina Social de la Iglesia. Respetamos y defendemos el medio ambiente en cada paso que damos. Administramos bien los recursos y practicando una comunicación que derriba muros y construye comunidad. Estamos con la REPAM, conscientes de la trascendencia de su conservación.

Ese es nuestro caminar, estos son nuestros desafíos y limitaciones, aquí está nuestro corazón más esperanzado que nunca. Sabemos que tu venida será una bendición para todas y todos los ecuatorianos, para nuestra Madre Iglesia ecuatoriana, para toda la comunidad cristiana. Tu venida aportará a un diálogo para mejorar nuestra vida como nación. Gracias por venir, amigo Francisco.

Y de todo corazón,

#BienvenidoPapaFrancisco

  1. El articulo va de la mano con las necesidades latinoamericanas y las ideas del Papa

  2. 04/07/2015

    Concuerdo con la riqueza y el paraíso natural con el que contamos y lo esperanzadora que es tener a una institución tan poderosa como la iglesia resaltar la importancia de la conservación . Pero no hay que olvidar la riqueza humana con la que cuentan nuestros pueblos. A pesar de la apatía generalizada aún puedo encontrar todos los días ejemplos de bondad desinteresada y personas con una gran capacidad de amar y hacer felices a los demás. Si, tenemos corrupción, si, tenemos problemas, pero tenemos la opción de ser mejores que lo que no nos gusta de los demás, la opción de dar paso en la calle, de ceder el puesto en el transporte público y es en el poder de esa decisión donde reside la posibilidad de un mejor país y una mejor América Latina.

  3. 05/07/2015

    Lindo y sentido articulo, manifiesta nuestra alegría de recibir al papa francisco en america

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