Siguiendo con el lema “Una familia humana, Cuidando la creación”, bajo el cual se realiza la Asamblea General de Caritas Internationalis en Roma, uno de los temas a tratar es el trabajo que impulsa la red Eclesial Panamazónica, REPAM, trabajando para proteger el medioambiente y a las comunidades más vulnerables de la Amazonía.
Sobre esto, conversamos con Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la REPAM y Director de la Pastoral Social Caritas Ecuador.
¿Qué significa para ti el desafío de la REPAM?
Hay una frase del papa Francisco que nos inspira mucho, nos confronta y nos ayuda a comprender desde donde estamos caminando y es que “Dios perdona siempre, las personas perdonamos a veces, pero la naturaleza no perdona”. Sentimos que es un llamado ineludible en este momento de nuestra realidad, de nuestra historia, no solo para América Latina, consideramos que es una necesidad urgente, una llamado ético universal para pensar las futuras generaciones. La Amazonía que fue considerada por mucho tiempo como patio trasero, como sitio inaccesible hoy se ha convertido en una plaza central por todos los recursos que tiene.
Sentimos que la REPAM es consecuencia de un largo trabajo realizado por la Iglesia, a través de su labor pastoral, es honrar la vida de tantos héroes, de muchas personas que han dado la vida. La REPAM trata de ser una plataforma al servicio de esa realidad, generar conciencia en el mundo de que esta dimensión natural del medioambiente es obligación de todos y para ello es fundamental sumar fuerzas.
¿Cómo ha sido la respuesta recibida a nivel global?
En primera instancia, los que trabajan y viven directamente en la selva amazónica responden con muchísima alegría y gratitud, son nueve países, más de siete millones de kilómetros cuadrados, alrededor de 40 millones de personas que viven ahí, de las cuales casi tres millones son indígenas, la Iglesia tiene múltiples facetas y representaciones, entonces la respuesta ha sido de muchísima acogida. Sin embargo, creo que a veces nos cuesta entender una dimensión más amplia, entonces a nivel regional hay una creciente conciencia y compromiso por este territorio. Ya en el documento de Aparecida, planteaba específicamente la realidad amazónica como un desafío. Creo que hay más conciencia de que nos afecta a todos: las sequías del río amazonas han afectado a todo el territorio, el 20 por ciento del agua dulce no congelada del planeta pasa por ahí, se produce ahí y eso va a afectar en primera instancia a la Amazonía y a toda la Región. Creo que en Europa existe la noción de que este es un tema exótico, casi como para aventureros, pero creo que mientras más crece la conciencia ecológica, también crece la certeza que frente al cambio climático, la única manera de mitigarlo es cambiando nuestro estilo de vida y protegiendo a las regiones que todavía se pueden salvar y que de alguna manera ayudan a que se mitiguen los impactos y efectos de esta realidad del cambio climático.
Entonces el desafío que tiene la REPAM es ayudar a difundir mejor esta realidad y comunicarlo de manera que todos se sientan involucrados.
¿Qué significa para la REPAM participar en esta Asamblea General de Caritas?
Esta Asamblea representa la realidad de nuestro planeta desde una perspectiva eclesial, pensar que somos 162 países los que estamos aquí representados nos ayuda a globalizar el mensaje de nuestro Cristo vivo, donde uno de los temas es la realidad de la Amazonía, las realidades de hambre, el cambio climático, las exclusiones, etc. Entonces esta es un oportunidad única para promover la dignidad humana, que todos tengan vida y vida en abundancia, se pueden sumar esfuerzos, aprender de las experiencias de otros y compartir nuestro trabajo. Ser una Sola Familia Humana implica que nos duela lo que pasa en todas partes, mucho más si el futuro de nuestro planeta depende de ello.
Tomado de Cáritas América Latina y el Caribe.
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