Quito cuenta con 176 parroquias. Sandro Flores, responsable de Pastoral Social Cáitas Quito, estuvo con nosotros en el programa radial La Casa Grande. Después de un alegre saludo pascual, Sandro nos hace una referencia histórica: la parroquia de Iñaquito fue la primera Cáritas Parroquial del Ecuador, cuando estaba a cargo de ella Mons. José Vicente Eguiguren; Iñaquito tiene más de 50 años de historia y es un referente de la acción de las Cáritas Parroquiales en el país.
“Es cierto que todavía tenemos una imagen asistencialista, de una Cáritas que entrega ropa, alimentos y medicinas. Pero tenemos que superar esta acción asistencialista para ser una Iglesia subsidiaria, en salida, que busca a quienes la necesitan. Que de la asistencia pasemos a la promoción de la persona, en toda la dimensión de dignidad que merece cada ser humano. En esto estamos, en cambiar la imagen y ser una Iglesia en verdadero cambio, en constante salida, que respeta y promociona los derechos humanos, desde la Doctrina Social de la Iglesia, y generando un desarrollo humano integral y solidario”.
Para Sandro, el apoyo de Cáritas Parroquiales es de primeros auxilios, pero quiere trascender, hablar de esperanza, darla y hacer sentir a quienes poco tienen que sí hay solidaridad. Ese es el rostro que queremos dar. “Por ejemplo, en Monteserrín la Cáritas Parroquial tiene menos de un año de fundada, y cuenta ya con un rico voluntariado. Otro ejemplo es el de Cáritas Conocoto: en menos de 24 horas logramos conseguir albergue para una desplazada, y casi con seguridad muy pronto le encontraremos trabajo a ella. Estas ayudas provienen de la comunidad, no del párroco”.
En otras parroquias, Cáritas hace convenios con instituciones del gobierno o de la sociedad civil. Por ejemplo, “… con la Cruz Roja estamos tramitando la ayuda psicológica que requieren personas en movilidad humana. Nos unimos con el gobierno para dar salud y conseguirle trabajo a las y los desplazados. Pero sobre todo, damos apoyo espiritual, damos ánimo, alegría, acogida y apoyo”.
Es grande la ayuda que reciben las Cáritas Parroquiales de Quito por parte del voluntariado. Este voluntariado genera conciencia en la comunidad, forma una hermandad, y es una labor comprometida, asumida con convicción y siguiendo la caridad tal como nos la enseñó Cristo. “Sólo así, con compromiso, podemos reconocernos en nuestra misión y en nuestro testimonio de fe”, nos expresa Sandro Flores.
También hay un voluntariado indirecto, que con sus donaciones y oraciones contribuye a la buena marcha de las Cáritas Parroquiales en Quito y en el país. La pobreza no es solo material, y por eso hay que trabajar el espíritu, sanar el alma, curar las heridas del corazón. “Ahora, en Quito, no solo hay que brindar atención a colombianas y a cubanos, sino que también hay demanda de ayuda por parte de hermanas y hermanos venezolanos que quieren vivir en Ecuador. Edwin Cevallos está al frente de nuestro equipo de Movilidad Humana, consciente de que el fenómeno migratorio cree dada día”.
Quienes deseen prestar su colaboración voluntaria a Cáritas Quito, o quiera referenciar a personas que necesiten ayuda, por favor, llamen al teléfono 2550-165; el horario de atención es de 8:30 a 1:00 pm y de 2:00 a 4: 30 pm. Las oficinas de Cáritas Quito están ubicadas en la planta baja de la Radio Catóica Nacional. El correo electrónico es [email protected] Gracias por colaboración.
Que la labor impulsada por Cáritas Quito y bajo la responsabilidad de Sandro Flores siga su marcha, afiance su caminar y logre dar mucho a quienes ha sido menos favorecidos.
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