Entre el lunes 6 y el miércoles 8 se realizó en Quito el encuentro-taller sobre Ecoteología. Ecuador es uno de los países con mayor megadiversidad del mundo; sin embargo, este don preciado está en peligro, especialmente en el Oriente ecuatoriano. La riqueza natural del Ecuador es una gracia divina que Dios nos ha concedido, y debemos protegerla y conservarla. Somos custodios del regalo que el Señor nos entregó. Dios está en la Naturaleza, y urge una evangelización ecológica de nuestras hermanas y hermanos ecuatorianos.
El P. José Luis Caravias inició el encuentro-taller sobre Ecoteología. Este jesuita de 80 años comienza a abordar el tema de la tierra rememorando su amistad con Mons. Alejandro Labaka. De este encuentro profundo, José Luis pasa a Esmeraldas, para recordar que fue allí, en nuestra Provincia “verde”, cuando comenzó a interesarse seriamente en el tema de la tierra desde una perspectiva bíblica: “En un encuentro de catequistas, un asistente me preguntó que qué decía la Biblia sobre la tierra. Para mí fue un golpe que me dieron, porque yo, a pesar de trabajar la Biblia desde tiempo atrás, no me había interesado en este asunto. Pues cambiamos el tema del taller y comenzamos a buscar, entre todos, qué decía el Libro sobre la tierra. Ese fue mi primer curso sobre la tierra en la Biblia. De ahí salió mi libro “Luchar por la tierra”. Esto cuenta con soltura y alegría el padre Caravias. Después de esta anécdota, José Luis ha escrito cuatro libros sobre el tema.
En este encuentro-taller, también intervino el P. Teodoro Delgado, responsable de Cáritas Cuenta. Para el P. Teodoro, “… urge una evangelización ecológica, más amigable con el ambiente. La ecología es una opción pastoral. Criticamos mucho la contaminación producida por los grandes proyectos extractivos, pero también debemos mirar hacia adentro y comenzar por casa. La huella ecológica de cada uno de nosotras y nosotros puede marcar la diferencia. Hay que incidir políticamente y llegar hasta la Asamblea Nacional para que, por ley, el cuidado de la tierra sea una prioridad del país”.
Benjamín Macas, desde la zona Sur, desde Loja, contó su experiencia en la provincia austral: “Los factores contaminantes en el Azuay son varios: el más peligrosos de todos es la minería, que está literalmente matando ríos y fuentes de agua: las aguas de al menos cuatro ríos ya no son aptas para el riego, y menos para el consumo humano o animal. Pero también tenemos una agricultura sobrecargada con abonos y pesticidas químicos altamente contaminantes. Para enfrentar esta situación de contaminación, en la zona el Azuay venimos trabajando desde hace un año un proyecto, fortaleciendo a las comunidades que necesitan del agua porque para ellas es vital. Capacitamos desde el pensamiento social de la Iglesia, buscamos dar salud a la población y empoderar a las comunidades para que, trabajando desde las bases, se garantice el acceso y la calidad del agua”.
La participación del Hno. Txarly Azcona, desde el corazón de la selva, nace de su larga experiencia en el territorio amazónico; él considera que el cuidado de la vida es prioridad para todas y todos los misioneros que hay en la Amazonía. “El caso de San Carlos demuestra que el cáncer es una amenaza real, y que hay mucha gente muerta y por morir. Por eso se le sigue el juicio a la Texaco. Pero lo grave es que se continúan cometiendo las mismas graves equivocaciones que ya hizo la Chevron-Texaco. Las autoridades no quieren ver nada, y hay gente en los Ministerios que firma papeles que no concuerdan con la verdad. Todo esto hace que los 6 Vicariatos amazónicos nos unamos, coordinados y animados por la Secretaría General de Cáritas. También hemos recibido el apoyo de los Obispos. Toda esta fuerza para luchar está alumbrada por el espíritu martirial de Alejandro e Inés”. La convicción y tenacidad con que este hermano capuchino defiende la vida es un verdadero ejemplo de lucha y compromiso en el mandato divino de custodiar la tierra.
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