Entre este sábado y domingo (28 y 29 de junio) comienza el sagrado mes del Ramadán para quienes profesan la fe musulmana; son más de 1 500 millones de personas que, siguiendo la doctrina del Islam, se preparan para su más fervorosa celebración. Pero lo van a hacer en medio de una violencia que en Irak ha provocado mil muerto y mil heridos en este mes de junio.
A finales de mayo, el Papa Francisco invitó a Mahumod Abbas y a Shimon Peres a rezar por la paz en Tierra Santa. Con los líderes de Palestina e Israel, el sucesor de San Pedro abrió las puertas de la esperanza, orando con ellos por la paz en el Oriente Medio. Con esta misma intención orarán los musulmanes en su mes sagrado, y nosotros queremos hermanarnos con ellos, pidiendo al Dios del Amor que reine la paz.
El sentimiento ecuménico del Papa –al reunirse con los líderes del pueblo palestino y judío– es, a la vez, un ejemplo y una invitación para hacer de la Tierra el Reino de Dios. Muy lejos queda la antigua visión de que quienes profesan una fe distinta a la religión católica son nuestros enemigos. Por el contrario –y en ese sentido lo de Francisco es un ejemplo–, debemos aproximarnos más que nunca, y hacer de la humanidad una sola familia que, unida en la paz, genere una mejor vida para toda la humanidad.
La mejor forma de apreciar la diferencia es conocerla, para poderla valorar y encontrar puntos de coincidencia. Lo que se conoce se valora, y lo valorado es respetado. Así debemos los cristianos ver a quienes pertenecen a otras religiones. La globalización debe alcanzar los elevados niveles del Espíritu, para así sembrar la paz en la Tierra, y que nuestro planeta sea habitado por mujeres y hombres de buena voluntad.
Para valorar y respetar otros cultos, hay que conocer su historia y su presente; sólo así podremos contribuir a crear un futuro mejor y lograr que todos seamos hermanos e hijos de un solo Dios, el Dios del amor y de la paz. Si quieres conocer un poco más sobre esta importante celebración musulmana, te sugerimos que leas este ilustrador artículo:
Acompañamos de corazón y espíritu a nuestras hermanas/os del Islam, y unimos a ellas y ellos nuestras oraciones para que cesen los conflictos, impere la paz y reine el amor.
Write a comment: