(Quito, 13/11/2013) Así como Mons. Julio Parrilla (Obispo de Riobamba y presidente de Cáritas) expuso sobre la imposibilidad de la existencia de una iglesia sin una Cáritas, también se planteó que no puede haber una Cáritas sin un trabajo social comprometido y sostenido. Debe haber un casamiento entre los que conformamos estos grupos y la ideología de compromiso social. Hay que casarse con Cáritas.
La asamblea fue un éxito de asistencia, todas las jurisdicciones dijeron presente y plantearon sus puntos de vista respecto al futuro inmediato y a largo plazo de la estrategia a seguir. Hubo muchas coincidencias pero lo que más resaltó fue el hecho de que aun cuando el asistencialismo está a flor de piel, cuando la ayuda social está monopolizada, la iglesia debe continuar haciéndose un lugar para llegar a los lugares donde aún no hay respuesta y ayuda.
El Desarrollo Humano Integral (DHI) es el paradigma director donde se encausan los lineamientos proyectuales. Una visión más allá de las necesidades urgentes a cubrir, donde lo importante es no perder de vista al ser humano detrás de estadísticas numéricas, detrás de indicadores fríos que marcan tendencias segmentadas. Cáritas marcó el rumbo estos días, un rumbo que ya estaba tácito pero que necesitaba bajar a tierra, bajar a papel para poder orientar los proyectos más audaces.
Así mismo se hizo una evaluación general de las zonas, o sea, los grupos conformados por las provincias del oriente, del sur, de la sierra centro, de la costa y del norte. Las mismas coordinaron reuniones estratégicas para administrar recursos y presentar proyectos de integración y trabajo en conjunto. Cada una con su problemática específica pero con una fuerte conciencia de unidad nacional.
Otro de los puntos que se trataron fue el desarrollo de documentos sobre acuerdos para voluntarios, carta de compromiso y convenio con instituciones fueron los dos ítems que se bajaron a papel para así lograr avanzar con un proyecto general de voluntariado. Estos documentos están dentro del marco de la carta orgánica del estado que reestructuró el tema del voluntariado en Ecuador.
Ecuador es un gran país que gracias a una conciencia social podrá resolver sus problemas internos de excluidos y olvidados, de grupos vulnerables o en condiciones desfavorables. Para eso también está Cáritas, para apoyar y potenciar ese sentimiento que todos llevamos pero que a veces no sabemos cómo o donde canalizar.