Quito, 24/09/2013.- Acompañado por una trinidad de Obispos, el P. Giorgio Peroni, secretario Ejecutivo de las Pastoral Social Cáritas Ecuador, saludó oficialmente ayer en tarde a los 80 participantes de las Jornadas Nacionales de Pastoral Social realizada en Quito.
“Desde la Iglesia Universal, hace 50 años, el Concilio Vaticano II y la Constitución “Gozo y Esperanza” (Gaudium et Spes), iluminan nuestra realidad y nuestra misión, desde la mirada de la fe, desde Dios y desde nuestra responsabilidad de cristianos”, dijo Peroni, que considera que este documento es una de las expresiones más significativas de la dimensión social de la Iglesia.
Monseñor José Mario Ruiz Navas, arzobispo Emérito de Portoviejo, hizo una exposición en la que sintetiza las 10 palabras claves del documento Gaudium et Spes; estas 10 palabras o conceptos clave fueron el hilo conductor de su amena y profunda exposición: aggiornamento, colegialidad, diálogo, comunión, libertad religiosa, liturgia, ecumenismo, la Palabra de Dios, el pueblo de Dios y la Iglesia en el mundo actual.
Para cerrar esta inauguración, Monseñor Julio Parrilla, presidente de Cáritas Ecuador inauguró el evento. “He vuelto a leer, muy despacio, la Gaudium et Spes. Esta lectura me hizo acordar de la experiencia de iglesia que vivimos en esos años, al amparo del Concilio. Esa experiencia fue honda y novedosa. Por otro lado, muchas de las cosas que dice este documento tienen hoy gran actualidad”, manifestó en su discurso.
Los expositores coinciden en que La Gaudium et Spes es un documento adelantado a su tiempo. Sobre todo en su proyección social, en el que pide insistentemente dar respuesta a los problemas sociales de fondo. Para Mons. Parrilla, la red de Cáritas a nivel internacional, nacional, diocesana y parroquial es precisamente “esa respuesta, conciliar, de presencia y de respuesta a las necesidades orgánicas del ser humano”.
Para Parrilla la labor social, a la que está llamada la iglesia, es hoy cuestionado por las políticas estatistas que nos toca sufrir en nuestro país. “Pero tendremos a los pobres siempre con nosotros y por eso la Iglesia tiene entrañas para responder a las necesidades del ser humano”, dijo con confianza Mons. Parrilla, quien terminó su intervención advirtiendo que nadie puede cerrar las puertas a quienes tienen la iniciativa del Espíritu Santo y del hombre, a quienes quieren estar ahí, en el centro del tejido social, reflexionando con alegría y esperanza.