El Santo Padre Francisco recibió al Consejo de Representación y al personal de Caritas Internationalis, el pasado 16 de mayo en la Domus Santa Marta, su residencia en el Vaticano, para un diálogo de una hora, sobre nuestra misión. Fue un momento muy intenso, así como una experiencia feliz para cada uno de nosotros, porque nos sentimos reconocidos y acogidos por el Santo Padre, corazón de la Iglesia. Los Presidentes de las 7 regiones de Caritas presentaron su trabajo, sus retos y prioridades de acción en la red. El Secretario General presentó al Papa una cesta con cinco panes y dos peces, para introducir la futura campaña mundial de Caritas Internationalis sobre el derecho a una alimentación suficiente y de calidad.
Una Iglesia sin la caridad no existe. La caridad de los cristianos, sin la Iglesia, no es la caridad de Jesús. Con estas palabras nos recibió el Santo Padre. La caridad es una caricia, es la caricia de Dios a sus preferidos. El Santo padre nos invitó a trabajar por la espiritualidad de la ternura, por lo maternal que es la Iglesia. Caritas es la expresión del amor de la Santa Madre Iglesia, que se acerca a nosotros, nos acaricia y nos ama.
Así mismo, el Santo Padre compartió con nosotros su visión del mundo en crisis, la gravísima crisis que corroe el planeta, con frecuencia de manera muy dura. Es una crisis económica, cultural y una crisis de fe, que pone al hombre en peligro y, por eso, «la carne de Cristo es en peligro». Comparó nuestro mundo con la construcción de la Torre de Babel, porque durante dicha construcción se atribuía más valor a un ladrillo que a la vida de un albañil. Él nos invitó a vivir nuestra dimensión de actores de la solidaridad y corazón de la Iglesia.
La multiplicación de los panes y los peces, no es una magia, sino la invitación a compartir, en una dinámica infinita. Con esta audiencia, el Santo Padre nos anima a compartir para permitir la transformación del mundo, en otro más justo y humano. ¡Nuestra campaña mundial servirá a esta ambición!
Salimos del encuentro, muy cordial y profundo, vivificados y reforzados en nuestra misión. Como Presidente, quería compartir con todos ustedes este momento tan intenso. Ha comenzado una nueva página para historia de nuestra Iglesia. ¡Espero que esta energía les alcance a todos! ¡Ánimo!
Unidos en la oración,
+ Óscar Andrés Cardinal Rodríguez Maradiaga
Presidente